Hamilton y Ferrari muestran su efecto en los test: ya es clima Mundial
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Fue un invierno monopolizado por el efecto sensacional que creó la llegada de Lewis Hamilton a Ferrari. Quizás nunca en la historia de la F1 ha habido tanta anticipación antes del inicio de una temporada. La combinación del siete veces campeón del mundo y el equipo más exitoso de todos los tiempos es una propuesta inigualable. Por eso, incluso las pruebas en Bahréin, que comienzan mañana, se convierten en un espectáculo. Todos los aficionados los seguirán, desde todos los rincones del planeta, con la curiosidad de ver el debut "oficial" de Hamilton en el coche rojo. El director del equipo, Frederic Vasseur, como buen mentor, se aseguró de que Lewis llegara en las mejores condiciones posibles a estos tres días decisivos antes de la apertura del campeonato en Melbourne (16 de marzo).
Hamilton condujo Ferraris de temporadas pasadas en Fiorano y Barcelona, luego pasó varios días en la fábrica de Maranello probando en el simulador y tomando notas en su diario, ayudado por ingenieros. Dicen que durmió en una autocaravana para llegar a tiempo a la oficina, evitando tener que viajar en helicóptero desde Milán, donde encontró una casa en la zona de Porta Nuova. Una “inmersión total”. Pero ahora la cosa se pone seria. El trazado de Sakhir, con sus curvas técnicas y esa larga recta donde probar toda la potencia del grupo motopropulsor, es un campo de pruebas ideal para medir el potencial de los coches de cara al GP de Australia. Según los rumores, Ferrari partiría desde la pole position este año para luchar por el campeonato mundial de pilotos y constructores. Con Hamilton, que a sus 40 años puede soñar con un octavo título mundial -lo que supondría superar en lo más alto de los registros a la leyenda de Ferrari Michael Schumacher- y el talentoso Charles Leclerc que busca la consagración definitiva batiendo al campeón inglés con el mismo coche. El desafío familiar entre los dos Cavallini será uno de los temas candentes del año. El nuevo SF-25 es el resultado de una investigación más extrema que los Ferrari que lo precedieron y desde el primer momento pareció muy rápido. En Bahréin se obtendrán indicaciones más precisas.
McLaren, que viene de ganar el último campeonato de constructores, ha optado por el mismo camino, modificando radicalmente el MCL39 respecto al monoplaza campeón del mundo de 2024. En la práctica, se trata de un coche completamente nuevo. En Woking, los hombres liderados por Andrea Stella se dieron cuenta de que necesitaban esforzarse más para mantenerse en la cima. Es de esperar que McLaren siga en la lucha por ambos títulos, con los temibles jóvenes Lando Norris y Oscar Piastri llamados a dar un salto cualitativo en consistencia de rendimiento. Por otro lado, Red Bull, con el cuatro veces campeón del mundo Verstappen, es una incógnita. La diáspora de técnicos se llevó al genio Adrian Newey y al diseñador jefe Rob Marshall. Las certezas del pasado ya no existen y el automóvil debe recuperar competitividad. Así que Super Max es el único factor que hace una diferencia positiva. Para el ex-dream team se espera un comienzo complicado. Finalmente, Mercedes, que el año pasado fue inconsistente tras temporadas negativas, se presenta como un gran outsider con George Russell ascendido a piloto líder y el debutante bebé Kimi Antonelli dispuesto a sorprender, después de 15 mil km de pruebas privadas con monoplazas de F.1. Podría convertirse en la revelación del año.
La Gazzetta dello Sport