Malamovida, las partes deben llegar a un acuerdo.

Casi un año después de asumir el cargo, el presidente del consejo municipal de Cervia , Samuele De Luca , se encuentra ante uno de los momentos más delicados de su mandato. La cuestión de la llamada mala vida nocturna en Milano Marittima está ahora en el centro del debate, después de una petición promovida por el comité “Per chi ama Milano Marittima” que denuncia una escalada de episodios vinculados a baby gangs , vandalismo en el centro y fiestas en la playa fuera de control.
«La petición ciudadana es clara —afirma De Luca—: necesitamos respuestas concretas. La administración tiene el deber de abordar esta situación con seriedad y transparencia, como ya demostró en la reunión pública del miércoles. Pero es importante que la respuesta sea global, compartida, no fragmentada».
El tema estará en el centro de la sesión del concejo municipal del jueves 22 de mayo, una sesión que promete ser tensa pero de fondo. Ese día representa un punto de inflexión importante —subraya—. Espero que podamos salir con una sola voz, que dé fuerza y legitimidad a las acciones de la administración de cara a la temporada de verano. Cervia es un destino turístico: el diálogo es necesario, pero debe conducir a algo útil; de lo contrario, se fomenta un clima perjudicial para la imagen de la ciudad.
El comité ciudadano ha recogido alrededor de 3.000 firmas, que serán depositadas formalmente en los próximos días. Máximo respeto por esta forma de participación. La recogida de firmas es una herramienta democrática importante que expresa interés por la ciudad. Pero también debe converger en algo constructivo. Si se explotan, se corre el riesgo de dañar el tejido social, como ocurrió con ciertos servicios de televisión que presentaron a Cervia de forma excesivamente negativa.
En el plano institucional, el debate también está acalorado en los escaños del consejo. Los grupos de la oposición presentaron una moción expresando un juicio negativo sobre la labor de la administración, en particular sobre las ordenanzas de verano del alcalde, consideradas ineficaces. El alcalde ya ha expresado su disposición a revisar y fortalecer esas herramientas. La administración se ha jugado la cara. Ahora necesitamos convergencia política, que espero también pueda darse gracias a una moción mayoritaria sobre el mismo tema.
La esperanza del presidente es que «el consejo no se convierta simplemente en un escenario de conflicto, sino en un espacio para construir soluciones. Tenemos las herramientas: una agenda, si se comparte, puede guiar las decisiones del consejo y estimular acciones efectivas». En cuanto al funcionamiento de la propia Asamblea, De Luca reivindica algunas mejoras introducidas durante su mandato. Hemos actualizado el reglamento para permitir la participación remota en las reuniones del consejo, con el fin de facilitar la participación de quienes tienen compromisos laborales o académicos. Esto es una importante señal de apertura e inclusión. El siguiente paso será fortalecer las comisiones del consejo. A menudo, la gente llega a la sala después de haber realizado las comisiones, pero necesitamos mejorar la documentación técnica que proporcionan las oficinas para garantizar una mayor transparencia y permitir que los concejales voten con plena conciencia. El consejo debe convertirse en un espacio cada vez más cualificado para el debate y la toma de decisiones.
De Luca se muestra "consciente" de las tensiones del momento, pero confiado en que el debate institucional pueda ofrecer respuestas reales. Hay cuestiones críticas, nadie lo niega. Pero es precisamente en momentos difíciles que la política debe demostrar madurez, hablar con una sola voz y crear una síntesis por el bien de la comunidad.
Lorenzo Privato
İl Resto Del Carlino