Una mujer eritrea da a luz en una plataforma transportada a Lampedusa

Una niña nació entre las tuberías oxidadas de una plataforma petrolífera abandonada en pleno Mediterráneo. Con apenas dos días de vida, envuelta en una manta por voluntarios de Astral, la pequeña fue rescatada junto con otros 53 migrantes, entre ellos otra mujer que había dado a luz en el mar, tras el naufragio del bote en el que habían salido de Libia tres días antes.

Es una de las muchas historias que llegan del mar, al borde de la supervivencia. Esta vez, una tragedia que se evitó por poco. «Un rescate complejo —dice la tripulación del velero Astral, de la ONG Open Arms—, que se complicó aún más por la presencia de dos recién nacidos y dos niños. Si no hubiéramos intervenido gracias a los informes de Alarm Phone y al avistamiento del avión Seabird, hoy estaríamos hablando de muertes».

De camino a Lampedusa, el Astral se topó con otra lancha semidesinflada con 109 personas a bordo. Cuatro de ellas habían acabado en el mar: la tripulación las rescató al instante, lanzando chalecos salvavidas. El resto del grupo, que incluía a 10 niños y 8 mujeres, fue recogido por el barco Louise Michel, que se dirigía a un puerto seguro.

Mientras tanto, se han registrado nuevas llegadas a la isla: tres desembarcos en pocas horas, con un total de 177 personas. Partieron de Zuara, Zawia y Trípoli a bordo de pequeñas embarcaciones rescatadas por la guardia costera y la policía financiera. Los migrantes, procedentes de Bangladesh, Sudán, Egipto, Pakistán, Somalia, Gambia y Guinea, fueron trasladados al punto crítico de la isla, que ahora alberga a unas 250 personas. Dos de ellos, que desembarcaron con claros signos de intoxicación por hidrocarburos, fueron hospitalizados en la policlínica local.

El velero de la ONG alemana Nadir, que el viernes pasado rescató a 112 personas en la zona SAR de Libia, permanece bloqueado en el muelle comercial. Se notificó al capitán un informe por no haber comunicado con prontitud la operación de rescate a los centros de coordinación competentes. También se impugnó la infracción de las directrices del Ministerio del Interior: el barco debería haber puesto rumbo a Porto Empedocle, indicado como puerto seguro de desembarque.

Mañana llegará a la isla una delegación de Fratelli d'Italia. En primera línea estarán los líderes de grupo en la Cámara y el Senado, Galeazzo Bignami y Lucio Malan, junto con líderes y senadores del partido, entre ellos Arianna Meloni. El programa incluye reuniones con el alcalde y la guardia costera, así como visitas simbólicas al punto crítico, el ambulatorio y el "cementerio de barcos", un testimonio silencioso y conmovedor de los muchos que, en ese tramo de mar, no lograron sobrevivir.

Mientras tanto, entre las olas, continúa la labor de quienes, más allá de las controversias verbales y políticas, se lanzan chalecos salvavidas. Porque cada día, en el Mediterráneo, la línea entre la vida y la muerte es tan delgada como el borde de una manta que envuelve a un recién nacido en el mar.