El Banco de Italia plantea dudas sobre la efectividad del nuevo programa de alivio de la deuda.


Foto: Ansa.
Audiencias y Presupuesto
Durante una audiencia sobre el presupuesto, Palazzo Koch instó al gobierno a tener en cuenta los resultados poco satisfactorios de años anteriores. Tanto los ingresos previstos como la eficacia de este tipo de mecanismo generan dudas sobre la institución.
Sobre el mismo tema:
Hoy, el Banco de Italia compareció ante el Senado para tratar el tema del presupuesto. Entre los diversos puntos planteados, destacó una postura crítica y cautelosa respecto al nuevo plan de reestructuración de la deuda impulsado por el viceprimer ministro Salvini (Lega).
Desde el principio, el Palacio Koch deja claro que la nueva condonación de deudas tributarias es costosa: de forma inmediata y significativa. Durante su discurso, Fabrizio Balassone, subdirector del Departamento de Economía y Estadística, destacó que la simplificación del pago de las deudas pendientes encomendadas a la agencia de cobro, la llamada «cancelación» de facturas tributarias, se estima que generará «una pérdida de ingresos de 1.500 millones de euros en 2026 y un promedio de 500 millones de euros durante los dos años siguientes», y que posteriormente generará ingresos adicionales de 200 millones de euros anuales en promedio desde 2029 hasta 2036. El Instituto advierte, sin embargo, que si bien la cancelación podría generar 9.000 millones de euros para 2036, la recaudación tributaria ordinaria disminuiría aún más, en aproximadamente 9.800 millones de euros.
En segundo lugar, el Banco de Italia expresa incertidumbre práctica sobre su éxito, basándose en la experiencia previa y en las conclusiones de la Agencia Tributaria respecto a la baja inscripción y la escasa recaudación. El escepticismo se centra tanto en la magnitud del beneficio como en la credibilidad del mecanismo en términos de recuperación sostenida. En marzo, según la Agencia Tributaria, solo se había pagado aproximadamente la mitad del importe adeudado a través de los diversos programas de alivio de deuda (cinco desde 2016). Según el Banco de Italia, podrían surgir problemas similares con el nuevo sistema de pago a plazos. Y eso no es todo. La institución señala que el programa de pago a plazos (el programa de alivio de deuda) sigue vigente incluso si se omite parcial o totalmente un pago intermedio. Por lo tanto, aunque el deudor no pague el importe total, puede seguir beneficiándose de la deducción fiscal, ya que la agencia de cobro no puede iniciar un procedimiento de cobro forzoso.
Finalmente, Balassone señala que "la evasión fiscal perjudica el crecimiento y genera desigualdad, poniendo en desventaja a las empresas y ciudadanos honestos" y continúa: "Esta maniobra abre el camino a un nuevo 'desguace': un instrumento que en el pasado no ha aumentado la eficacia en la recuperación de ingresos ".
Resulta fácil deducir, por tanto, que la medida es más política que estructural. Entre líneas, parece claro que para Bankitalia, el verdadero camino reside en una recaudación tributaria ordinaria más eficiente y en herramientas contra la evasión fiscal basadas en datos y tecnología.
Más sobre estos temas:
ilmanifesto




