En las montañas, la IA entra en acción para contener el turismo excesivo

Tras varias señales de alarma en las últimas temporadas, el turismo excesivo ha llegado a los Alpes, especialmente a los Dolomitas. Para contener y gestionar este fenómeno, se ha lanzado Skadii Flow. Esta solución basada en inteligencia artificial ha sido desarrollada por Skadii, empresa de alta tecnología del Grupo Hti. Skadii ha desarrollado una plataforma digital integrada con cámaras capaces de monitorizar los flujos en tiempo real y guiar a los turistas hacia zonas menos concurridas, mejorando así la sostenibilidad a gran altitud. Esta solución ya se utiliza en varias estaciones de esquí durante la temporada de invierno para controlar el flujo de vehículos y esquiadores, y ahora se está implementando en la zona de Vipiteno para gestionar el creciente número de visitantes que eligen este destino. Skadii Flow ya se ha consolidado durante el invierno en algunas estaciones de esquí gracias a su capacidad para contabilizar con precisión el número de esquiadores en cada tramo de pista. «Tras exhaustivas pruebas, la cámara ahora también se utiliza en verano, diferenciando y contabilizando con precisión a ciclistas y senderistas», explica Lukas Emberger, director general de Skadii. Florian Mair, director de la Asociación Turística de Vipiteno, añade: «Con esta solución, contamos con análisis detallados del número y el comportamiento de los visitantes, lo que nos permite desarrollar la ciudad de forma específica y hacerla aún más atractiva». A partir de la información recopilada sobre aglomeraciones, es posible anticipar y orientar los flujos de visitantes. Esto abre nuevas oportunidades para la gestión turística: lanzaderas activadas a demanda, actualizaciones en directo en plataformas web y aplicaciones, e indicaciones hacia rutas alternativas menos frecuentadas. Estos datos, que se anonimizan rápidamente, permiten una planificación más eficiente de los recursos in situ, desde la gestión del personal hasta la organización del aparcamiento. Todo esto, en días punta, hace que la experiencia turística sea más agradable y relajante, y garantiza una mayor sostenibilidad del entorno montañoso.
Los senderos abarrotados, las largas colas para los teleféricos y los aparcamientos siempre llenos no solo suponen una carga para el medio ambiente y las comunidades locales, sino que también pueden comprometer la experiencia turística. Esta tecnología, desarrollada en Tirol del Sur, permite una gestión eficiente y responsable de los visitantes. Las cámaras de flujo Skadii cuentan anónimamente vehículos y personas en tiempo real y pueden distinguir, por ejemplo, entre senderistas y ciclistas en los senderos, en los aparcamientos y en las estaciones de teleférico. Esto permite a la administración tomar medidas específicas para dirigir y gestionar los flujos de visitantes.
La información detallada sobre aglomeraciones abre nuevas oportunidades para la gestión turística: transporte a la carta, actualizaciones en tiempo real en plataformas web y orientación sobre rutas alternativas menos frecuentadas. Los datos permiten una planificación más eficiente de los recursos, desde la gestión del personal hasta la organización del aparcamiento. Así, en días punta, es posible hacer que la experiencia turística sea más agradable y relajante, a la vez que se garantiza una sostenibilidad cada vez mayor del entorno montañoso.
Este año, el turismo de montaña representa el 6,7 % del PIB, y el 90 % de los encuestados considera las zonas montañosas italianas un importante atractivo turístico. Para el 56 %, son un lugar para vivir. Por ello, el verano ha experimentado un aumento de turistas que visitan las montañas italianas, según el Informe de las Montañas Italianas elaborado por la Uncem (Unión Nacional de Municipios, Comunidades y Autoridades de Montaña). En los Alpes y los Apeninos, hay 19,3 plazas hoteleras y extrahoteleras por cada 100 habitantes. El número de pernoctaciones registradas en establecimientos hoteleros y extrahoteleros a lo largo de un año es de una media de 1200 por cada 100 habitantes. La duración media de la estancia, dividiendo el número de pernoctaciones entre el número de llegadas (es decir, turistas), es de 3,1 días.
El turismo existe porque hay pueblos y comunidades. Es importante y está en crecimiento. En nuestra opinión, es un error hablar de sobreturismo en la montaña. Podríamos hablar más bien de picos en ciertas épocas del año, de aumento de flujos en ciertos días y en algunas zonas. Pero no de sobreturismo —afirma Marco Bussone, presidente nacional de Uncem—. Es necesario, en cambio, hablar de limitaciones, especialmente para quienes se acercan a las zonas con fines recreativos y deportivos. Una limitación es no comprender que en las zonas de montaña, más que en las ciudades y las zonas costeras, nos movemos por sistemas ecológicos y humanos complejos. Y que las comunidades de los pueblos, que no son centros turísticos, son fundamentales. Son acogedoras y cruciales para el turismo en sí. Evitarlas, pensando que no existen, es absurdo e inapropiado. Quienes suben no deberían traer todo de casa. Compren en el valle, mantengan vivas esas tiendas y bares. No pedimos asistencia social, sino sentido común e interacción. Comunión con las comunidades locales, que son la vida misma de la montaña.
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