El exministro incorregible

Esta semana hemos sabido que José Luis Ábalos tenía en casa a una actriz porno que le quitaba el polvo. A ella se la encontró la UCO el día del registro ordenado por el juez y les confesó que era exartista, igual que él era exministro. Y es que ni la pornografía ni la política son lo que eran. Ahora el personal se excita más con la corrupción que con el sexo, aunque toda generalización resulta arriesgada.
Ábalos le pidió a su asistenta que sacara a pasear al perro y que cogiera algo para desayunar y Letizia Hilton (era su nombre artístico en los tiempos del porno) intentó esconder en el pantalón un disco duro. Los agentes sospecharon que se llevaba algo que no tocaba y la cachearon, con lo que descubrieron que intentaba ocultar uno de los 34 dispositivos encontrados, seguramente el más sustancioso.
Lo de Ábalos con las prostitutas es para escribir un manual. Las grabaciones de Koldo duelen por la forma machista, humillante y grosera de dirigirse a las mujeres (Ainara, Arantxa, Carlota, la colombiana...), casi más que por las prácticas corruptas que se citan en otros momentos. La tal Jésica, con la que se veía más a menudo, la descubrió el exministro por un catálogo que Koldo tenía en su móvil. Algo especial vio en ella que la colocó en dos empresas públicas en la que no le miraron el currículum, ni la vieron fichar. Todo este desmadre se inició al mismo tiempo que la campaña electoral del PSOE en el 2019, como si fueran conscientes de que había llegado un tiempo nuevo a sus vidas.
El Gobierno necesitará el voto de Ábalos para abolir la prostituciónLa indignación de las mujeres del PSOE ha sido tal que han conseguido que el Consejo de Ministros tenga a punto en septiembre un anteproyecto de ley para abolir la prostitución en España. Lo ha anunciado la ministra de Igualdad, Ana Redondo. Lo increíble es que, para que se apruebe en el Congreso, el Gobierno necesitará el voto de Ábalos, que no parece que sea muy favorable.
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Esta historia de fiestas con prostitutas financiadas con mordidas a las constructoras nos remiten a las fotos del exdirector general de la Guardia Civil Luis Roldán en calzoncillos durante una orgia, pagada con fondos reservados. Aquello causó un daño irreparable al PSOE de González. Habrá que ver si la lujuria de Ábalos provoca los mismos efectos.
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