"Contesta o renuncia a tu plaza": El correo que Elon Musk ha enviado a todos los funcionarios de Estados Unidos
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¿Puede un email cambiar la estructura de un gobierno? Elon Musk cree que sí. El pasado 22 de febrero, miles de empleados federales en EE. UU. recibieron un mensaje inusual: debían detallar en cinco puntos lo que habían hecho la semana anterior. Y no responder implicaría su renuncia automática. El remitente (al menos ideológico) de este ultimátum no era otro que Musk, ahora al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) bajo la nueva administración de Donald Trump.
Desde su llegada como asesor externo del Gobierno, Musk ha defendido una reducción drástica del aparato burocrático, pero su estrategia ha desatado un torbellino de reacciones. Desde el FBI hasta sindicatos de empleados públicos, muchas voces advierten sobre el caos que esta medida está generando.
Un email que sacude a la administración públicaEl mensaje, titulado "¿Qué hiciste la semana pasada?", instruía a los empleados a responder con cinco puntos sobre sus tareas recientes y copiar a sus superiores. Además, especificaba que no se debían adjuntar documentos ni enlaces. Pero lo más controvertido fue la advertencia de Musk en X (antes Twitter):
"Siguiendo las instrucciones del presidente @realDonaldTrump, todos los empleados federales recibirán un email para informar sobre su trabajo. No responder se tomará como una renuncia".
La intención declarada de Musk es erradicar el desperdicio de recursos públicos. Según él, hay funcionarios que ni siquiera revisan su correo y, en algunos casos, cree que "se están usando identidades de personas fallecidas para cobrar sueldos". Sin embargo, Musk no ha presentado pruebas de estas acusaciones.
Resistencia dentro del Gobierno: el FBI y otros organismos desafían a MuskEl impacto del email fue inmediato. En varias agencias clave del gobierno, los directivos pidieron a sus empleados que no respondieran sin una orden clara. Entre ellos, el director del FBI, Kash Patel, nombrado por Trump, quien envió una instrucción interna:
"El FBI, a través de la Oficina del Director, está a cargo de todos nuestros procesos de revisión y los llevará a cabo según nuestros procedimientos", recoge Reuters.
Otros departamentos, como el de Estado, Justicia y Comercio, también instaron a su personal a no contestar sin consultar con sus superiores. Incluso la comunidad de inteligencia de EE. UU. ha dado la misma instrucción.
Este enfrentamiento revela una fractura dentro del propio gobierno republicano. Mientras algunos apoyan la idea de una mayor eficiencia, otros ven en la iniciativa de Musk una acción precipitada y sin fundamento legal.
Despidos masivos y miedo entre los funcionarios estadounidensesEl correo no es un caso aislado. Desde que asumió el cargo en el DOGE, Musk ha supervisado la eliminación de más de 20.000 puestos de trabajo y ha ofrecido incentivos de salida a otros 75.000 empleados. Según Reuters, algunas agencias han tenido que recontratar personal clave debido a despidos apresurados que afectaron áreas críticas, como la seguridad nuclear y la sanidad pública.
Además, hay empleados que han sido forzados a aceptar un programa de "renuncia diferida", que les permite seguir en nómina unos meses antes de ser despedidos definitivamente. Esta incertidumbre ha creado un clima de miedo entre los funcionarios, como lo describió un trabajador del Servicio de Impuestos Internos (IRS): "Me pregunto cuándo alguien dirá 'basta'", comentaba.
El sindicato de empleados federales, la American Federation of Government Employees, ha anunciado que luchará contra cualquier despido "ilegal" derivado de este proceso. Su presidente, Everett Kelley, criticó duramente a Musk y Trump:
"Es cruel y una falta de respeto hacia cientos de miles de veteranos que trabajan en el servicio civil. Están siendo obligados a justificar su empleo ante un multimillonario desconectado de la realidad, que jamás ha trabajado un solo día en el sector público".
Un problema más grande: el Gobierno de EE.UU. y su deuda astronómicaEl telón de fondo de este conflicto es la deuda pública de EE. UU., que ha alcanzado 36 billones de dólares. Hay consenso entre demócratas y republicanos en que la administración necesita reformas para ser más eficiente. Sin embargo, la forma en que Musk ha implementado sus medidas ha sido tachada de "caótica e insensible".
Incluso dentro del Partido Republicano hay críticas. El senador John Curtis, de Utah, apoyó la reducción del gasto público, pero advirtió que Musk debería aplicar un enfoque más humano:
"Si pudiera decirle algo a Elon Musk, sería: 'Por favor, pon un poco de compasión en esto.' Estas son personas reales, con hipotecas y familias", exponía.
El exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, fue más duro y calificó el proceso como "una payasada que será derrotada en los tribunales".
¿Hacia dónde va el gobierno de trump con musk al mando de la eficiencia?Lo que comenzó como una promesa de reducir el gasto público se ha convertido en una batalla entre Musk y la burocracia estadounidense. Sus defensores argumentan que está destapando ineficiencias y corrupción, mientras que sus detractores lo acusan de ejecutar una purga sin precedentes.
La pregunta clave es: ¿hasta dónde llegará en su cruzada? Musk ha dejado claro que no tiene intención de dar marcha atrás. Mientras tanto, el gobierno de Trump sigue sumido en una tormenta de protestas, incertidumbre y disputas internas.
eleconomista