Apple promete inversiones de 500.000 millones en EEUU para contentar a Trump
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Apple ha establecido una tradición: cada cuatro años, en los primeros meses de la nueva Administración, la firma que dirige Tim Cook lanza un comunicado prometiendo inversiones multimillonarias en EEUU y la creación de 20.000 empleos durante el mandato del nuevo Gobierno. Un anuncio que este año ha sido aprovechado por Donald Trump para demostrar que su plan de imponer aranceles para atraer producción a EEUU está funcionando.
Varios días después de la reunión entre Trump y Cook en el Despacho Oval, la firma de Cupertino ha prometido una inversión de 500.000 millones en EEUU para instalar servidores de Inteligencia Artificial, construir una nueva planta de fabricación de servidores en Houston, crear una academia de proveedores en Michigan y hacer más compras a sus proveedores habituales en el país.
La cantidad prometida está en la línea de los 350.000 millones prometidos a Trump en febrero de 2017 y los 430.000 millones comprometidos con Joe Biden en 2021. De hecho, si se ajusta por la inflación acumulada en ese tiempo, es básicamente la misma cantidad. Y la promesa de contratar 20.000 nuevos trabajadores es exactamente la misma que aparecía en los dos anteriores comunicados. Por comparar, entre 2016 y 2019, la firma contrató a 10.000 personas en EEUU, por lo que es perfectamente posible que esos 20.000 nuevos contratos sean la media de fichajes que prevé la compañía en cada ciclo de cinco años.
Trump, por su parte, ha asegurado que esta decisión se debe a que Apple "no quiere pagar aranceles", aunque no ha mencionado nada sobre la fabricación de iPhones, que sigue estando instalada en China y otros países asiáticos. El presidente se ha jactado de que estas inversiones se deben a "la fe en lo que estamos haciendo", aunque sean calcadas a las que Apple lleva haciendo de forma sistemática durante la última década.
"Somos optimistas sobre el futuro de la innovación estadounidense y estamos orgullosos de aprovechar nuestras inversiones estadounidenses de larga data con este compromiso de 500.000 millones de dólares para el futuro de nuestro país", dijo Cook en un comunicado.
Durante el primer mandato de Trump, Cook logró convencerlo de que no aplicara aranceles al iPhone argumentando que el impuesto beneficiaría a competidores como Samsung. Apple también hizo múltiples anuncios durante el primer mandato de Trump sobre inversiones estadounidenses y le atribuyó a Trump la fabricación de Mac Pro en Texas, a pesar de que la fábrica de ordenadores llevaba allí desde 2013.
A cambio, Apple pudo conservar sus altos márgenes de ganancia sin tener que aumentar significativamente los precios de los productos durante la primera presidencia de Trump. Todo apunta a que Apple está adoptando una táctica similar, vendiendo sus inversiones normales como algo nuevo e inesperado y atribuyéndolas a las políticas del nuevo presidente.
Cook fue uno de los consejeros delegados de grandes empresas tecnológicas estadounidenses que asistieron a la toma de posesión de Trump en Washington. También se reunió con Trump en su Club Mar-a-Lago, en Florida, después de su victoria electoral en noviembre.
Apple dijo que, junto con la taiwanesa Foxconn, comenzará a producir este año en Houston los servidores que alimentan el componente de la nube de Apple Intelligence. Esto supone relocalizar parte de la producción, que hasta entonces estaba en el extranjero. Esos servidores usan chips avanzados de la serie M que ya se encuentran en los ordenadores Mac de la compañía, pero esos chips seguirán produciéndose en Taiwán.
Apple también ampliará la capacidad del centro de datos en Arizona, Oregon, Iowa, Nevada y Carolina del Norte, todos ellos estados en los que Apple ya tiene plantas. Los 20.000 nuevos puestos de trabajo se centrarán en investigación y desarrollo, ingeniería de silicio e inteligencia artificial.
eleconomista