'Tiburón': 50 años del baño más sangriento en la playa

“Tenía bastante miedo al agua y quería que a todo el mundo le pasara lo mismo. Esta película se alimenta de la paranoia de no saber qué podemos tener por debajo cuando estamos en el mar”, confiesa Steven Spielberg en el documental 50 años de Tiburón , dirigido por Olivier Bonnard y Antoine Coursat (Movistar Plus+). Y es que con este clásico instantáneo del cine de terror, el cineasta recreó en el mar lo que Alfred Hitchcock había hecho antes en Psicosis (1960) con una ducha y un cuchillo, traumatizando a toda una generación de espectadores. Todo ello apoyado por la escalofriante partitura de John Williams que, con solo dos notas de base, ponía los pelos de punta al personal y quedó instalada para siempre en el imaginario colectivo.
La película se basaba en el libro homónimo superventas que el periodista y escritor estadounidense Peter Benchley publicó en 1974 y que bebía de unos hechos reales acontecidos en el verano de 1916, cuando las playas de Nueva Jersey fueron escenario de una oleada de ataques de tiburón que se cobraron la vida de cuatro personas en apenas doce días. Esos sucesos, unidos a las hazañas del famoso cazador de tiburones Frank Mundus, y la influencia de clásicos de la literatura de aventuras como Moby Dick, de Herman Melville, inspiraron una historia que funciona como metáfora de la corrupción capitalista ambientada en la ficticia localidad de Amity, una pequeña población de la costa atlántica de Estados Unidos que vive principalmente del turismo.

Los bañistas huyen despavoridos ante el ataque del tiburón
Peacock/Universal Pictures via APUna mañana, poco antes de dar comienzo la temporada de verano, es hallado en la playa el cuerpo de una joven que parece haber sido atacada por un tiburón blanco. El alcalde se niega a cerrar las playas, ya que podría espantar a los veraneantes y al suculento negocio turístico. Pero a los pocos días es un muchacho quien alimenta las enormes mandíbulas de la bestia submarina. Hasta que un grupo de hombres se lanza al mar para darle caza.
La novela cayó en manos de los productores de la Universal David Brown Baren y Richard D. Zanuck, quienes quedaron cautivados por un sobrecogedor relato de horror y suspense por el que pagaron 175.000 dólares en concepto de derechos. Tenían claro que el material que habían leído debía trasladarse a la pantalla grande. Y no se equivocaron. El estreno el 20 de junio de Tiburón –a España llegaría el 19 de diciembre–, fue un éxito comercial sin precedentes: inauguró la era del blockbuster impulsando a los estudios a centrar prácticamente toda su atención y su modelo de negocio en la creación de éxitos gigantescos, sobre todo en verano; revolucionó el cine de terror con animales, se posicionó como uno de los mayores hitos cinematográficos de todos los tiempos, y lanzó la carrera de un joven y desconocido Steven Spielberg, futuro rey Midas de Hollywood.

El icónico poster de 'Tiburón'
LMPC via Getty ImagesEl filme recaudó cerca de 475 millones a nivel mundial, récord absoluto hasta que dos años más tarde fue desbancado por la primera entrega de La guerra de las galaxias (1977), a la postre dirigida por George Lucas, amigo de Spielberg. Con sus impactantes escenas de sangre y miembros amputados, la película logró que gran parte del público tuviera miedo a adentrarse de nuevo en el agua, creando una auténtica paranoia de la que se resintieron las reservas en los hoteles de playa.
Spielberg asistió al preestreno de Tiburón el 26 de marzo en el Medallion Theater de Dallas. Dopado con valium para calmar los nervios, el realizador se situó de pie, al fondo de la sala, dispuesto a observar la reacción del público. Tras las secuencia en la que el tiburón sorprende al niño de la colchoneta hinchable, un espectador de la primera fila salió corriendo y vomitó en la alfombra del vestíbulo. Después volvió a sentarse en su butaca. “En ese momento supe que la película sería un éxito”, confesaría tiempo más tarde.
“Quería hacer Tiburón por motivos hostiles. De algún modo, apeló a mis instintos más básicos”, dijo SpielbergHasta entonces, no las tenía todas porque el rodaje había sido un auténtico infierno. A sus 27 años, Spielberg había trabajado en televisión -sorprendió en 1971 con el telefilme El diablo sobre ruedas- y debutado como director para el cine con su primer largometraje, Loca evasión (1974). Le sedujo la lectura del libro, aunque no congenió tanto con Benchley, que se encargó de escribir los borradores iniciales. Así que pidió la colaboración de su colega Carl Gottlieb para reescribir el guion durante el rodaje. “Quería hacer Tiburón por motivos hostiles. De algún modo, apeló a mis instintos más básicos... No disfruté rodándola, pero sí que me lo pasé genial planificándola”, dijo el realizador, que dejó fuera a estrellas como Charlton Heston para apostar por protagonistas menos conocidos para que el público empatizara mejor con los personajes.

Robert Shaw, Roy Scheider y Richard Dreyfuss, los tres hombres que se enfrentan a la despiadada criatura marina
Universal PicturesRoy Scheider se metió en la piel del jefe de policía Brody. Robert Shaw encarnó al marinero cascarrabias Quint y Richard Dreyfuss se aventuró como el biólogo Martin Hooper. Tres hombres en busca de un monstruo devora humanos para el que se fabricaron tres costosas réplicas mecánicas, de 7 metros y medio de largo cada una, que fueron apodadas Bruce en honor a un antiguo abogado de Spielberg, Como el director quiso rodar en alta mar en la población costera de Martha’s Vineyard, los escualos mecánicos –cada uno de ellos necesitaba 14 personas para accionar sus partes móviles– se averiaban con frecuencia debido al salitre del agua. Cuando el realizador vio el penoso resultado de los efectos especiales optó por limitar al mínimo el tiempo del depredador marino en pantalla hasta bien comenzada la película. Utilizando la anticipación y el sonido, la amenaza sugerida era así mucho más terrorífica. La genialidad reside, en última instancia, en no ver al asesino protagonista.

Steven Spielberg en un momento del rodaje de la película
Universal PicturesDe los 55 días previstos de rodaje se pasó a 159, y los tres millones de dólares de presupuesto inicial acabaron en más de nueve. Más tarde, el propio Spielberg reconocería que su testarudez e inexperiencia fueron los causantes de estos desajustes que, al final, también revelaron un talento y una osadía únicas, orquestando a su antojo las emociones de un público con el miedo en el cuerpo. Tras finalizar el titánico rodaje, la Universal se volcó en la promoción del filme, invirtiendo casi dos millones de dólares más de forma adicional para procurar una campaña televisiva excepcional hasta la fecha.
Tiburón obtuvo críticas mayoritariamente positivas que alabaron la capacidad del cineasta para crear tensión y entretener. En la carrera de premios, se alzó con tres Oscars: montaje, banda sonora y sonido. También estuvo nominada a mejor película, categoría en la que se impuso Alguien voló sobre el nido del cuco .
Pese a que los ataques de tiburones fuera de la pantalla seguían siendo muy raros, la percepción negativa que tanto el filme como el libro generaron sobre los escualos propició un auténtico frenesí de pescadores deportivos que mermaron la población de tiburones blancos, una situación que Spielberg siempre ha lamentado. Asimismo, científicos y biólogos culparon a la cinta de retratar injustamente al gran tiburón blanco como una criatura vengativa.
Su estreno, el 20 de junio de 1975, creó un auténtico pavor entre los bañistas a meterse de nuevo en el marA la cinta original le siguieron tres secuelas oficiales: la entretenida Tiburón 2 (1978) y las sonrojantes El gran tiburón (1983) y Tiburón, la venganza (1987), además del nacimiento de un nuevo subgénero, el sharksploitation, con sagas como Deep blue see, Megalodón y Sharknado .

Una tienda de Edgartown, en Massachusetts vende todo tipo de productos relacionados con la película con motivo del 50º aniversario
Getty Images via AFPCon motivo de la efeméride, la editorial Planeta ha publicado una edición conmemorativa del libro, National Geographic lanzará el 10 de julio en Disney + el documental especial Tiburón: la historia de un clásico, y se han organizado diversos actos en Martha’s Vineyard este fin de semana y durante todo el verano. Si bien, tras medio siglo del estreno, los avanzados efectos especiales y el CGI han propiciado la aparición casi real en pantalla de tiburones impactantes, ningún otro filme se ha acercado ni de lejos al escalofrío del primer Tiburón de Spielberg y su icónico póster. ¿Hay ganas de un chapuzón?
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