El Eternauta, una historieta que se semeja a clásicos de la literatura argentina

El Eternauta, una historieta que se semeja a clásicos de la literatura argentina
Su narrativa conversa con elementos de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y la fascinación de Roberto Arlt por la Ciudad de Buenos Aires

▲ La primera entrega de El Eternauta, ideada por el guionista Héctor Oesterheld y dibujada por Osvaldo Solano López, fue editada en 1957 en la revista semanal Hora Cero.Foto cortesía de la editorial Planeta

▲ Desde su estreno como serie de Netflix el 30 de abril pasado, se convirtió en un éxito mundial y abrió heridas históricas y debates interminables para la sociedad argentina.Foto cortesía de la editorial Planeta
Hernán Muleiro
Periódico La JornadaMiércoles 14 de mayo de 2025, p. 5
Una nevada letal que cae sin parar, enormes insectos asesinos que brillan en la oscuridad, alienígenas con muchos dedos en las manos y talento para el control mental; todo esto es suficiente para aterrorizar a los humanos sobrevivientes y es parte del primer tomo de El Eternauta, que inspiró la serie de Netflix, dirigida por Bruno Stagnaro.
La primera de 106 entregas de la historieta El Eternauta, ideada por el guionista Héctor Oesterheld y dibujada por Osvaldo Solano López, fue editada en 1957 en la revista semanal Hora Cero. Desde su estreno como serie de streaming la madrugada del 30 de abril pasado, se convirtió en un éxito mundial y abrió heridas históricas y debates interminables para la sociedad argentina. Además, los componentes de superacción y la capacidad de Oesterheld para transmitir una desolación apocalíptica hicieron de El Eternauta una historieta equiparable con algunos clásicos de la literatura argentina.
En El Eternauta, además de la influencia de Robinson Crusoe compartida por el propio Oesterheld, conversan diversos elementos de la literatura argentina. En primer lugar, la idea de un universo infinito como el creado por Jorge Luis Borges en su cuento El Aleph
(1949) se asemeja a la existencia cíclica de la historieta, y de la cual ya hay pistas en la primera temporada de la plataforma Netflix.
Por otro lado, tanto el cuento Casa tomada
(1947), de Julio Cortázar, como la historieta de Oesterheld expresan el temor al otro, retratado a través de personajes encerrados que especulan sobre lo que está sucediendo ahí afuera. La diferencia es que mientras el primero ha sido foco de interpretaciones que aluden al temor de las clases altas hacia las clases bajas, en El Eternauta parece ocurrir al revés.
La historieta comparte con la obra de Roberto Arlt una fascinación por la Ciudad de Buenos Aires, con la diferencia de que la urbe retratada por Arlt estaba recién urbanizada. Otra semejanza es la fantasía tecnológica: Favalli, personaje de El Eternauta, podría ser considerado arlteano con su habilidad y gusto por arreglar y modificar aparatos, y que acaso busca en esa inventiva tecnológica una forma de ordenar el mundo.
Operación Masacre
Rodolfo Walsh (1927-1977), emblema del periodismo político argentino, explicitó en sus ficciones lo que no podía publicarse en los periódicos. Entre Oesterheld y Walsh hay un paralelo en su destino fatal: ambos compartieron la decisión de mostrar su inclinación política sabiendo que podría causarles la muerte. En el caso de Walsh, su Carta a las juntas militares de la época le valió la vida. Los dos trabajaron en el mismo diario: Noticias.
Su novela de no ficción, Operación Masacre, editada en 1957 al igual que El Eternauta, abre con una frase que podría corresponder a la historia de Oesterheld: Hay un muerto que vive
. Operación Masacre fue posible gracias a ese muerto que vive
, que sobrevivió y reconstruyó un fusilamiento de militantes políticos del peronismo con actividades gremiales, figuras que el gobierno militar dictatorial buscó erradicar, lo mismo que a Juan Domingo y Evita Perón, cuyos nombres y figuras fueron prohibidos y proscriptos. Ese es el contexto político bajo el cual fue creado El Eternauta.
Ciencia ficción sudamericana
Al tomar la Ciudad de Buenos Aires de escenario para una historia de ciencia ficción, Oesterheld ubicó a su propia metrópoli como locación central, demostrando que esas grandes invasiones o catástrofes que el cine de Hollywood suele mostrar en Nueva York, San Francisco o Los Ángeles podrían ocurrir en cualquier lugar del mundo. A 68 años de la publicación de los primeros fascículos, la producción audiovisual de la historieta demuestra que esa ficción puede realizarse con la misma calidad fuera de Estados Unidos.
El fenómeno actual de la serie sucede durante un desmantelamiento del cine sin precedente en la democracia argentina, que paralizó los subsidios otorgados por el Instituto Nacional de Cine, vitales para la creación de nuevas películas. El desfinanciamiento, parte de la estrategia del presidente Javier Milei para silenciar la diversidad cultural, ocurre desde marzo de 2024.
Tortura
Como si el autor experimentara la naturaleza cíclica del tiempo de la misma manera que El Eternauta, su desaparición forzada, que se estima sucedió en 1977, se produjo en otra dictadura argentina, 20 años después de la aparición de la historieta. Además del secuestro de Oesterheld, la familia sufrió la desaparición de hijas, nietos y suegros, una historia terriblemente dolorosa que la viuda Elsa Oesterheld reconstruyó a lo largo de los años. Se supo entonces que la muerte de las hijas de Oesterheld fue usada como factor para torturarlo en el centro de detención clandestina llamado El Vesubio, donde, además de buscar obtener información, intentaron quebrarlo
, es decir, lograr que realizara trabajo intelectual a favor de los militares. De la reconstrucción de este relato a partir de testigos, se puede entender que Oesterheld fue desaparecido en parte por su rol de escritor.
Resignificación
A pesar de todas las relecturas de El Eternauta en torno a la política de su época y tiempos posteriores, la alegoría más clara de Juan Salvo, protagonista del libro, más cercano al hombre común que a Superman, es la de alguien que necesita la ayuda de sus pares para buscar una salvación conjunta, una idea que va en contra de la política del actual presidente argentino. Ricardo Darín, actor que encarna al personaje que da nombre a la serie, destacó en declaraciones radiales el efecto del reciente interés en la obra e historia de Oesterheld: “Me conmueve saber que El Eternauta ha generado al menos intriga en posibles nietos y nietas en saber cuál es su origen”. Destacó que se sextuplicaron los casos de consulta por identidad a la agrupación Abuelas de Plaza de Mayo.
Poesía interestelar
En una antología de poesía titulada Interestelaria, cosmos y ciencia ficción, recopilada por el poeta Julián Axat, se publicó un poema de Héctor Oesterheld:
Joya
Esta es la joya más valiosa de todo el Museo. Por eso el gran /marco de oro y brillantes y fondos de terciopelo. Para conseguirla fue /necesario aniquilar a toda una gran raza, sorprendiéndola en la cima de su /gloria
y de su oprobio.
jornada