Los libros de Fulano

La temporada literaria consume un poco, no sólo a aquellas personas que viven en el círculo –a estas mucho–. “¡Ya has leído el libro de Fulano?” “No, todavía, estoy con Zutano”. “El de Menganito me ha gustado mucho, he reído como un loco.” “En cambio el de Perengana no lo he podido terminar. No sé adónde quiere ir a parar”. Parece como si estuviéramos todos trabajando para una corporación misteriosa que nos obliga a no perdernos nada y tener opinión sobre todo. Pasa Sant Jordi y cogemos aire. Los libros no parecen tan urgentes y se pueden tener unos días en la mesa sin leer. Cuando los atacas es porque tienes ganas de pasar un rato entretenido. Con el espíritu carneriano de estiu tot l’any he seleccionado estos libros. En la lista se mezclan obras recién publicadas (existe un mercado emergente en junio de libros para ir de vacaciones) y otras que a lo largo del curso me han gustado especialmente.
El libro estrella del momento es Lisa Cohen de Ada Klein Fortuny (L’Altra): es un relato sobre el amor, sin ninguna de las tristezas que, desde hace años, arrastran las obras que exploran el tema. Cuenta la historia de una mujer que tiene una relación de mayor, con un señor, la vive con pasión eufórica y hurga en el pasado para entender y explicar el trato que ha tenido con los hombres. No es una novela rosa, porque también pasan en ella tragedias y cosas gordas, pero respira unas ganas de vivir que enamoran.
En el reverso de la medalla, Que es morin els fills dels altres de Roser Cabré-Verdiell (Males Herbes) describe un mundo de angustias y presentimientos, una fijación obsesiva, que como una película negra filtra la luz de Ocata, que deja de ser una playa del Maresme contradictorio –residencial y suburbial– para convertirse Hecate: reino de sombras mentales. Entre Ada Klein Fortuny y Roser Cabré-Verdiell tenemos, acabado de salir del horno, Els temples solemnes (Periscopi) con un título que encaja con la editorial. Es una historia familiar en torno a la idea de la casa propia y de las expectativas que nos crean las relaciones de pareja y la paternidad/maternidad. Glòria de Castro escribe muy bien, con humor y sensibilidad.

Glòria de Castro
Pau Venteo / ShootingJulià de Jòdar prepara el quinto libro de su suite sobre el siglo XX. Para los lectores que no han leído sus libros anteriores, Variacions Gabriel Caballero (Pont de Petroli) es una buena entrada. Reúne fragmentos publicados y otros inéditos, que funcionan de forma autónoma. Es un volumen en la línea de los grandes libros fragmentarios de Jòdar –el espléndido Noi ¿has vist la mare amagada entre les ombres?– con una relación umbilical con la novela madre.
¡Un nuevo Casajuana! Diplomático de profesión, Carles Casajuana alterna novelas ambientadas en países remotos, con otras que nos miran por dentro, a propósito del retorno de Carner a Catalunya o de las relaciones entre escritores catalanes y castellanos. En La guerra dins la guerra (Proa) recupera a estos dos personajes para hablar del postprocés y reflexionar sobre cómo interpretamos la historia, desde puntos de vista contradictorios, a propósito de los fets de maig de 1937.
¡Un Pla de los del principio, que son los buenos! Maria-Arboç Terrades ha editado un volumen que toma como base el libro Coses vistes, de 1925, lo presenta a los lectores de hoy que no le conocen y examina el juego complejo de manipulaciones, reediciones y reciclajes de Josep Pla, empezando por El quadern gris , que incorporó muchas de estas historias y fragmentos en una secuencia con un ritmo propio y varia intención. Muchos de estos fragmentos –sobre personajes característicos o sobre Calella de Palafrugell– se publicaron en la prensa. Coses vistes 1920-1925 (Destino) es un libro para entretenerse en los detalles y disfrutar de la escritura.
–¿Qué te han parecido las recomendaciones del crítico Fulano en La Vanguardia ?
–No sé, lo encuentro demasiado obsesionado con que la literatura ha de servir para disfrutar.
–Y algo hay de eso ¿ no?
lavanguardia