¿Museo o Instituto? Un decreto de Milei genera confusión sobre el futuro del Sanmartiniano

El Libertador José de San Martín es demasiado importante en la historiografía argentina y de América del Sur como para que un decreto presidencial pueda borrar de un plumazo el Instituto Nacional Sanmartiniano (INS) y convertirlo en museo. Por eso no se entiende que se afirme tal cosa cuando en el nuevo organigrama de la Secretaría de Cultura de la Nación, a cargo de Leonardo Cifelli, contenido en el decreto 531/25, firmado el 1 de agosto por el presidente Javier Milei, siga figurando como INS.
Así consta en dos de los siete anexos del decreto. La norma define la situación e incumbencias de distintas instituciones culturales que, con pérdida de su autonomía o descentralización, pasan a depender de la Secretaría de Cultura.
Esto no es una primicia. El decreto 531/25 es como el cine en continuado de la década del 60. Todo empezó con la famosa Ley Bases y con el ajuste y modificaciones que en diversas áreas del gobierno encaró el ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger. Por etapas se fueron cerrando instituciones, fusionando otras, hasta llegar a la que nos interesa hoy: el Sanmartiniano.
La situación de la institución adquiere actualidad porque el 17 de agosto –faltan apenas cuatro días– se conmemoran 175 años del paso a la inmortalidad del general San Martín en Boulogne sur Mer, Francia. Nada se ha dicho sobre actos oficiales, ofrendas florales en Plaza San Martín, o un recordatorio especial, teniendo en cuenta que el gobierno quiere transformar al Instituto en un Museo Sanmartiniano.
Anoche, fuentes oficiales nos dijeron que “seguramente habrá acciones en Plaza San Martín y la Catedral”. Nada cerrado aún.
Podríamos suponer que la conversión del INS en museo pretende poner en valor y darle más visibilidad al acervo, a las investigaciones, a la trayectoria y las hazañas del padre de la patria. Sin embargo, por el momento, en el nuevo organigrama de la Secretaría de Cultura no hay ni una palabra sobre su mutación. Lo que sí cambió es su situación administrativa.
Instituto Nacional Sanmartiniano (INS). Foto: redes sociales.
Tras la salida –inesperada para él– del teniente coronel retirado e historiador Claudio Morales Gorleri del INS ayer (cuya gestión ha tenido muchas quejas por lo bajo), la Subsecretaría de Patrimonio Cultural, a cargo de Liliana Barela, de cuya Dirección Nacional de Museos y Gestión Patrimonial, que conduce María Paula Zingoni, depende el Instituto, habría nombrado al asesor Alejandro Fuentes “por unos días, hasta que se haga cargo un director que estará en el nuevo museo que reemplaza al Instituto”, nos contaron fuentes inobjetables.
¡Qué entramado ininteligible! ¿De qué museo se habla en Cultura si en el nuevo organigrama y en dos de los anexos del decreto de Milei sigue figurando como Instituto?
Para sumar confusión a la ya existente, Morales Gorleri dijo a algunos académicos allegados: “La subsecretaria Barela me informó que dejamos de funcionar como INS para convertirnos en un museo cuyo director será elegido por concurso". Un detalle: por razones de edad Morales Gorlei no podría concursar.
El académico saliente, que había sido designado hace un año por la actual gestión, contó entre académicos amigos que “las ceremonias y las exposiciones preparadas para este mes se suspenden. Las actividades que se realizaban en nuestro edificio (como las reuniones de Academia) están suspendidas hasta que se conforme la nueva organización”.
Claro que el decreto presidencial deja miga para el debate. ¿Es posible que un decreto modifique una ley dictada por otro poder republicano y posteriormente promulgada y reglamentada? El Instituto Nacional Sanmartiniano fue creado en forma unánime por la Cámara de Diputados y el Senado de la Nación por ley Nº 15.538 de 1960, la que modificó el decreto ley 1368/58.
El Instituto Nacional Sanmartiniano en la Catedral de Buenos Aires, a los pies del mausoleo donde descansan los restos del Libertador entregó una ofrenda en homenaje al padre de la patria, en conmemoración del 173° aniversario de su paso a la inmortalidad, con la presencia del Ministro de Defensa Sr. Jorge Taiana, el Presidente del Instituto Sanmartiniano Sr. Eduardo Emanuel García Caffi y Bettina Bulgheroni, Presidente de la Fundación Museo de Granaderos General San Martín.
La norma, que detalla las incumbencias de la institución, nació como un organismo oficial dependiente del Ministerio de Educación y Justicia y abría la posibilidad de que recibiera mecenazgo privado cuando éste respondiera a los objetivos del INS.
Además de destacar que el Instituto “tiene por finalidades primordiales la enseñanza y exaltación de la personalidad del Libertador General José de San Martín que deben efectuarse sobre bases científicas”, la ley detalla que está constituido por la Academia Sanmartiniana, el Departamento de Extensión Sanmartiniana y la Federación de Asociaciones Culturales Sanmartinianas. Nadie sabe qué ocurrirá en el futuro con estas entidades.
Anoche sonaban fuerte algunas voces entre historiadores y académicos sobre el perfil del “nuevo director” del INS–Museo. “Los comentarios señalan que podría ser una mujer”, nos dijeron otras fuentes confiables.
No es mala idea. Buena parte de los museos históricos que están quedando vacantes o tiene subrogancias en sus conducciones, están o estuvieron liderados por mujeres, cuyas gestiones son muy dignas de destacar. Varias directoras fueron sustituidas por directores.
Clarin