Qué es el síndrome de doña Florinda y cómo puede identificarlo

Doña Florinda
Archivo particular
Pocas son las personas en América Latina que no han visto, por lo menos una vez en su vida, el 'Chavo del 8'. El icónico programa de televisión es producto de la pluma de Roberto Gómez Bolaños, quien llevó a la pantalla la historia de un niño huérfano que vivía un sinnúmero de situaciones cómicas en una tradicional vecindad.
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Entre los personajes con los que compartía está doña Florinda, una mujer viuda, de aproximadamente 40 años, que vive con su único hijo, Quico. Este nombre ha vuelto a resonar en la actualidad no solo por el éxito derivado de la serie biográfica 'Chespirito: sin querer queriendo', que retrata la vida de su creador, sino porque también porque así fue bautizado un fenómeno psicológico.
El síndrome de doña Florinda es un término acuñado por el autor argentino Rafael Ton. El escritor utilizó por primera vez este término en 2015 para hacer referencia a aquellas personas que adoptan una actitud de desprecio hacia aquellos que perciben como inferiores o diferentes.
El concepto tiene en cuenta algunos comportamientos que caracterizan a este personaje ficticio, incluyendo su aire de superioridad, su tendencia a remarcar diferencias de clase y su búsqueda constante de admiración.
De acuerdo con el escritor, esta conducta no se manifiesta a través de acciones extremas, sino mediante pequeños gestos continuos como el aislamiento, la crítica constante o la intolerancia hacia contextos diferentes.
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Síndrome de doña Florinda
Imagen generada con ChatGPT
Estas personas, además, tienden a despreciar a quienes comparten sus mismos problemas financieros y se esfuerzan por dar una imagen diferente a su situación.
Ton ha explicado que estos comportamientos suelen ser predominantes en ambientes urbanos, puesto que en ellos se pueden observar mayores contrastes dentro de la clase media. Estas diferencias pueden generar tensiones sociales, prejuicios y actitudes de exclusión.
Algunas características de quienes tienen este síndrome son: frustraciones acumuladas, metas personales o profesionales no alcanzadas, carencias en el desarrollo de habilidades emocionales, falta de plenitud en su vida cotidiana y la necesidad de sobresalir.
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