Ciudadanos repudian a diputada de Morena en Tabasco

En una contundente muestra de hartazgo ciudadano contra las viejas prácticas políticas, habitantes de esta comunidad confrontaron y repudiaron públicamente a la diputada local de Morena, Ángela Ávalos Jiménez, a quien acusaron de intentar utilizar un evento de programas sociales para fines partidistas.
El incidente ocurrió durante una reunión del programa federal Bienestar. Según los testimonios de los presentes, la legisladora, quien preside la Comisión de Bienestar Social en el Congreso de Tabasco, intentó imponer a una de sus colaboradoras, identificada como ‘Susi’, como representante del partido en la localidad. La maniobra fue recibida con un rechazo inmediato y enérgico por parte de la comunidad.
La Reacción Ciudadana: Un Desafío al Clientelismo
Lo que podría haber sido un acto de proselitismo encubierto se transformó en una noticia por la reacción organizada y vocal de los ciudadanos. Con gritos e insultos, los asistentes acusaron a la diputada de hacer «politiquería barata» y de buscar un nuevo «hueso» (cargo político) utilizando los recursos federales como plataforma electoral.
«Es una burla que venga aquí a decir que vive entre nosotros, cuando solo aparece en tiempo de elecciones. La gente ya no es tonta, estamos hartos de sus mañas», expresó Don Ernesto May, uno de los asistentes, en una declaración que resume el sentir de la comunidad.
El delegado municipal, Álvaro de los Santos, se sumó a la denuncia, calificando como «reprobable» el intento de manipular un evento de salud y bienestar con fines políticos. Ante el evidente rechazo, la diputada Ávalos tuvo que retirarse del lugar entre reclamos.
Empoderamiento Local contra Viejas Prácticas
Este suceso en Villa Vicente Guerrero es significativo porque la noticia no es tanto el presunto acto de clientelismo de la diputada, sino la capacidad de la comunidad para identificarlo, confrontarlo y denunciarlo públicamente. Esta actitud representa un signo de madurez democrática a nivel local y un desafío directo a una práctica históricamente normalizada en la política mexicana.
Los habitantes de la comunidad advirtieron que no permitirán más imposiciones y anunciaron que exigirán formalmente a la delegación de Bienestar que se deslinde de cualquier uso político de los programas sociales, buscando sentar un precedente para que los apoyos lleguen a quienes los necesitan sin condicionamientos partidistas.
El caso de Ángela Ávalos en Tabasco se convierte así en un estudio de caso sobre el creciente escrutinio público y la cada vez menor tolerancia de la ciudadanía hacia los políticos que intentan perpetuar el clientelismo como forma de hacer política.
La Verdad Yucatán