Con tobillera y caución millonaria, José Alperovich recibió prisión domiciliaria y volvió a Puerto Madero


El exgobernador de Tucumán José Alperovich, condenado a 16 años de prisión por abuso sexual agravado, fue beneficiado con prisión domiciliaria tras pasar un año detenido en el penal de Ezeiza. La medida fue dictada por el juez Juan Ramos Padilla, quien impuso condiciones estrictas: Alperovich cumplirá el arresto en su departamento de Puerto Madero, deberá pagar una caución de $400 millones y será controlado con tobillera electrónica.
Además de la prisión domiciliaria, el magistrado dispuso que el exsenador no podrá tener ningún tipo de contacto con la víctima ni con su entorno. También le prohibió emitir declaraciones públicas. “Espero que Alperovich comprenda que el poder y el dinero no alcanzan para garantizar impunidad ni beneficios extraordinarios”, expresó Ramos Padilla. Aclaró que se trata de una herramienta legal prevista para ciertos casos, y no de un privilegio. La sentencia fue apelada, por lo que aún está pendiente de revisión.
Alperovich fue hallado culpable de nueve hechos de abuso sexual, seis de ellos con acceso carnal, cometidos entre 2017 y 2018 contra su sobrina y excolaboradora. Los hechos ocurrieron en un contexto de asimetría de poder familiar, político y económico. El primero se registró en diciembre de 2017 en su propiedad de Puerto Madero. Según la denuncia, después de cenar, la víctima fue manoseada y besada sin su consentimiento.
A fines de ese mes, durante otro viaje a Buenos Aires, se repitió una situación similar en el mismo lugar. La joven se encerró en el baño y pasó la noche en estado de angustia. Luego ocurrieron tres nuevos episodios en febrero de 2018, dentro de vehículos en los que ambos viajaban, y otros dos en domicilios de Tucumán, uno de los cuales incluyó violación.
Después de los abusos, la víctima recurrió primero a la organización «Mujeres por mujeres», donde le dijeron que en estos casos suele haber un arreglo con el agresor. Más tarde se dirigió al «Observatorio de Mujeres», un organismo estatal que le advirtió sobre los riesgos de denunciar a Alperovich. Finalmente acudió a una psicóloga que le aconsejó negociar. Según la querella, personas del entorno del exgobernador le ofrecieron dinero para frenar la denuncia.
El 22 de noviembre de 2019, la víctima formalizó la denuncia penal. A pesar de las presiones públicas y privadas, mantuvo su testimonio con firmeza. El juez valoró su actitud como “ejemplar” y sin ánimo de venganza.
Mientras avanza la revisión de la sentencia, José Alperovich permanecerá en arresto domiciliario, monitoreado electrónicamente y sin poder acercarse a la denunciante. El caso sigue siendo seguido de cerca por diversos sectores, en un contexto político donde también se observa cómo el gobierno de Javier Milei responde ante casos de violencia de género y abusos en las esferas de poder.
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