El Costo Oculto del Paro Judicial: Empresas de CDMX se Ahogan

Mientras los juzgados de la CDMX siguen cerrados, hay un costo económico invisible que crece cada día. Empresas no pueden cobrar deudas, resolver contratos ni invertir. La parálisis judicial es un freno de mano para la economía de la capital.
La crisis en el Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX) es mucho más que un conflicto laboral. Mientras los trabajadores protestan en las calles y las negociaciones con el gobierno permanecen estancadas, la economía de la capital sufre un golpe silencioso pero devastador. La parálisis total de los juzgados civiles, mercantiles y laborales ha congelado el motor que garantiza la certeza jurídica, un componente esencial para cualquier economía funcional.
Para las empresas de la Ciudad de México, desde el pequeño taller hasta el gran corporativo que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la justicia no es un concepto abstracto. Es la herramienta que les permite operar, crecer y sobrevivir. Con los tribunales cerrados, esa herramienta ha desaparecido.
Pensemos en el sistema judicial como una pieza de infraestructura crítica, tan vital como las carreteras, los puertos o la red eléctrica. Es el sistema que garantiza que los contratos se cumplan, que las deudas se paguen y que las disputas se resuelvan de manera ordenada. El paro indefinido en el PJCDMX es, en efecto, un «apagón» de esta infraestructura legal, y sus consecuencias económicas son enormes:
● Flujo de Efectivo Congelado: Una empresa que ha entregado un producto o servicio y cuyo cliente se niega a pagar, no tiene forma de iniciar un juicio mercantil para exigir el cobro. Miles de millones de pesos en facturas y deudas están en el limbo, asfixiando el flujo de efectivo de las compañías, especialmente de las pequeñas y medianas.
● Contratos en el Aire: Disputas sobre el cumplimiento de contratos, la ejecución de garantías o penalizaciones por incumplimiento no pueden ser procesadas. Esto genera una parálisis en sectores clave como la construcción, el inmobiliario y los servicios profesionales.
● Inversiones Detenidas: La incertidumbre es el peor enemigo de la inversión. ¿Quién firmaría un contrato millonario o iniciaría un nuevo proyecto en una ciudad donde no hay tribunales para resolver una posible disputa? La parálisis judicial crea un ambiente de riesgo que ahuyenta el capital y frena la creación de empleos.
● Conflictos Laborales sin Solución: Las empresas no pueden resolver litigios con empleados, y los trabajadores no pueden exigir sus derechos. Esto crea un ambiente de tensión y disfuncionalidad en el ámbito laboral.
: Una gráfica que muestre una línea de tendencia económica en picada, con un ícono de un mazo de juez roto en el punto de inflexión. El título podría ser «El Costo de la Incertidumbre».
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) opera en un ambiente de volatilidad, influenciada por factores nacionales e internacionales.20 Si bien no se puede atribuir directamente el comportamiento del mercado al paro local, la crisis en el sistema judicial de la capital del país —el corazón económico de México— contribuye a enrarecer el clima de negocios y a aumentar la percepción de riesgo entre los inversionistas.
La ironía de esta situación es que el costo económico diario de este «apagón legal» para la ciudad es, con toda probabilidad, exponencialmente mayor que el costo del aumento salarial que resolvería el conflicto. Cada día que pasa, la factura de la parálisis crece, no solo en términos de dinero, sino en la erosión de un bien intangible pero invaluable: la confianza en que la Ciudad de México es un lugar seguro y predecible para hacer negocios.
Si tienes un negocio, ¿cómo te ha afectado el paro del Poder Judicial? Comparte tu experiencia.
La Verdad Yucatán