México en la mira: Gobierno de Sheinbaum investiga contratos del Tren Maya ligados a escándalo de corrupción Español

A poco de iniciar su mandato, la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha abierto una investigación sobre posibles vínculos entre el Tren Maya, proyecto insignia del gobierno anterior, y una red de corrupción investigada en España conocida como la «trama Ábalos». La medida es vista como una señal temprana del compromiso con la transparencia en los megaproyectos heredados.

CIUDAD DE MÉXICO.- En un movimiento que conecta uno de los proyectos de infraestructura más emblemáticos de México con un importante escándalo de corrupción en Europa, el gobierno federal ha iniciado una investigación formal sobre los contratos del Tren Maya otorgados a empresas presuntamente vinculadas a la «trama Ábalos» de España.

Según ha trascendido, las pesquisas comenzaron a los pocos días de que la presidenta Claudia Sheinbaum asumiera el cargo. Este rápido accionar está siendo interpretado en círculos políticos y empresariales como un gesto contundente para reforzar su promesa de campaña de garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en los grandes proyectos de infraestructura heredados de la administración de Andrés Manuel López Obrador.

La «trama Ábalos» es un caso de presunta corrupción que ha sacudido la política española, involucrando sobornos y contratos irregulares durante la pandemia. La conexión con el Tren Maya, un proyecto de miles de millones de dólares, eleva las apuestas y pone bajo el microscopio internacional la gestión de los recursos públicos en México.

Un Acto de Demarcación Política

La decisión de investigar el Tren Maya, el proyecto más personal y defendido por el expresidente López Obrador, no es una simple auditoría de rutina. El momento elegido para lanzar la investigación sugiere una maniobra política calculada por parte de la nueva administración. Al poner bajo escrutinio un legado tan visible de su predecesor, Sheinbaum envía un mensaje claro: su gobierno no otorgará un cheque en blanco a las acciones del pasado, incluso si provienen de su propio movimiento político.

Este acto puede entenderse como una estrategia de demarcación. La presidenta busca establecer desde el inicio su propia autoridad y un estilo de gobierno que prioriza la imagen de rectitud y control sobre la lealtad ciega. Al abrir esta investigación, Sheinbaum no solo responde a posibles irregularidades, sino que también se posiciona como una líder que impone sus propias reglas y cumple su palabra de «cero impunidad», marcando una diferencia tangible con la administración anterior.

Implicaciones y Futuro de la Investigación

Las autoridades mexicanas, según fuentes cercanas al caso, están revisando minuciosamente los procesos de licitación y adjudicación de contratos a las empresas señaladas en España. El objetivo es determinar si existieron sobrecostos, tráfico de influencias o desvío de recursos en la asignación de obras para el megaproyecto ferroviario que recorre la península de Yucatán.

La investigación se encuentra en una fase inicial y se espera que la colaboración con las autoridades españolas sea crucial para esclarecer los hechos. El resultado de estas pesquisas no solo tendrá consecuencias legales para los implicados, sino que también definirá el tono de la nueva presidencia en materia de lucha contra la corrupción y la gestión de la obra pública, un tema central en la agenda nacional. La lupa sobre el Tren Maya podría ser solo el comienzo de una revisión más amplia de los proyectos y contratos del sexenio pasado.