Sánchez confía en que se investigue la filtración de sus mensajes con Ábalos

“Ni una palabra, ni un segundo”. Durante la reunión de la ejecutiva del PSOE, que ayer se prolongó durante más de dos horas, Pedro Sánchez evitó toda alusión a los antiguos mensajes telefónicos privados que intercambió con el exministro y ex secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, y que está desvelando El Mundo.
Estos watsaps de hace cuatro años revelan, al menos por ahora, la conexión que Sánchez mantuvo con Ábalos cuando ya le había cesado de sus cargos en el Gobierno y el partido, pero antes de que estallara el caso Koldo y de que el propio exministro fuera imputado por el Tribunal Supremo. Las conversaciones también confirman la mala relación que Sánchez mantenía, como siempre fue público y notorio, con los dos presidentes autonómicos y líderes socialistas más críticos con su gestión, el castellano manchego Emiliano García-Page y el aragonés Javier Lambán.
Page y Lambán critican la “inquina” del presidente y su “obsesión enfermiza por controlarnos”“No hay nada relevante en este contenido”, atajó ayer la portavoz de la ejecutiva del PSOE, Esther Peña. “Mi grupo de primos es más interesante y más animado”, ironizó.
Pero aunque Sánchez eludiera la polémica en Ferraz, en la dirección del PSOE sí ponen el foco en la “gravedad” que a su juicio tiene la filtración de unas conversaciones personales del presidente, ya que habría vulnerado su derecho a la privacidad de las comunicaciones.
Los discos duros que contienen estas conversaciones, señalan en Ferraz a tenor de las informaciones publicadas, se los habría incautado la Guardia Civil al antiguo asistente de Ábalos, Koldo García, y ahora estarían en poder del juzgado que le investiga por corrupción. “¿Cómo es posible que unas conversaciones que están en el juzgado aparezcan en un medio de comunicación?”, requirió Peña.
Y como su filtración a los medios sería un delito, apuntó que la justicia “tiene sus propios mecanismos” para abrir una investigación y dirimir responsabilidades. Pero, al menos por ahora, fuentes socialistas apuntan que ni Sánchez ni el partido tienen intención de denunciar esta filtración por vía judicial. “No le queremos dar más pábulo”, alegó Peña. “En principio no hay previsto tomar ninguna medida”, señaló. “Lo dejamos ahí, no nos ocupa ni un minuto de nuestro tiempo”, atajó.
La portavoz de Ferraz recordó, en todo caso, que estas conversaciones filtradas “no tienen nada que ver con la causa que se está investigando”, ni contra Koldo García ni contra Ábalos.
En Ferraz rechazan elucubrar sobre el origen de estas filtraciones, pero tampoco asumen que pueda tratarse de un aviso del propio Ábalos, que hace casi año y medio está suspendido de militancia en el PSOE, pero sin que la comisión de ética y garantías de Ferraz haya resuelto aún el expediente de expulsión del partido que le abrió al exministro en ese momento.
Peña sí aprovechó para enmarcar esta polémica en una “estrategia inmunda” del PP para tratar de atacar a Sánchez. “Su frustración se plasma en filtraciones vergonzosas”, criticó la portavoz del PSOE. Y puso el foco en el congreso del PP que Alberto Núñez Feijóo convocó ayer para el próximo mes de julio. “Es una magnífica ocasión para revisar el liderazgo fallido de Feijóo”, resaltó Peña.
La polémica, no obstante, permitió a Page y Lambán cargar contra los modos de Sánchez y denunciar su relación con Ábalos. “Eran uña y carne”, resaltó el presidente de Castilla-La Mancha, que lamentó la “inquina y hostilidad” del líder del PSOE porque sus posiciones políticas contra el independentismo le “incomodaban”. El expresidente de Aragón, a su vez, criticó la “obsesión enfermiza” de Sánchez por “tenernos controlados y decirnos lo que teníamos que pensar y decir”.
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