98.000 personas enfermaron. Una sola picadura basta para causar daño neurológico.
- Aunque son pequeñas y discretas, las garrapatas pueden ser portadoras de bacterias peligrosas, incluida la espiroqueta Borrelia, responsable de la enfermedad de Lyme.
- En 2024, los médicos de atención primaria brindaron asistencia a más de 98.000 pacientes con enfermedades transmitidas por garrapatas.
- Entre ellos, unas 62.000 personas padecían la enfermedad de Lyme, una enfermedad que, si no se trata, provoca graves complicaciones neurológicas y cardíacas.
- Esto representa aproximadamente el 63% de todas las enfermedades transmitidas por garrapatas.
Las primeras garrapatas se activan a finales de febrero y principios de marzo. Sin embargo, la mayor incidencia de enfermedades se produce durante las vacaciones de verano. El informe del Fondo Nacional de Salud sobre enfermedades transmitidas por garrapatas muestra un claro patrón estacional en los casos.
"El año pasado, de junio a agosto, casi 43.000 personas acudieron a sus médicos de atención primaria por enfermedades transmitidas por garrapatas. En 2024, 725 personas requirieron hospitalización por encefalitis viral transmitida por garrapatas", señala Paweł Florek, director de la Oficina de Comunicación Social y Promoción de la Sede del Fondo Nacional de Salud.
Una garrapata puede ser del tamaño de la cabeza de un alfiler, pero una vez que se adhiere a su huésped, crece varias veces más. Vive en arbustos, hierba y lugares húmedos. Su picadura, aunque indolora, puede conllevar el riesgo de infección con enfermedades transmitidas por garrapatas.
El mayor riesgo de infección ocurre 36 horas después de la picadura del parásito, por lo que es crucial actuar con rapidez y retirar la garrapata correctamente. Las herramientas disponibles en farmacias pueden ayudar a eliminar al intruso indeseado de forma segura.
No vale la pena analizar la garrapata en sí, ya que dicha prueba no proporciona información sobre la infección humana. Analizarla solo nos permite determinar si porta la espiroqueta Borrelia. Un resultado positivo no confirma la transmisión de la espiroqueta al cuerpo humano. Por lo tanto, analizar la garrapata en sí no puede confirmar la infección.
«Según la normativa, esta prueba no puede considerarse una prueba diagnóstica. Además, no es recomendada por organismos científicos ni especialistas en enfermedades infecciosas», afirma Monika Pintal-Ślimak, presidenta del Consejo Nacional de Diagnósticos de Laboratorio.
Más información, incluyendo cómo reconocer los primeros síntomas de la enfermedad y qué hacer si la garrapata no se puede eliminar por completo, está disponible en la Guía del Paciente del Fondo Nacional de Salud: https://www.nfz.gov.pl//poradnik-pacjenta-nie-lekcewaz-ukaszenia-kleszcza
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