A los rusos les dijeron cómo mejorar la memoria y la capacidad de resolver problemas con una simple bebida.


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Científicos británicos han concluido que una taza de té de menta puede mejorar significativamente la función cerebral. Un estudio doble ciego controlado con placebo con 25 personas registró un aumento significativo en la memoria, la atención y la capacidad de resolución de problemas tras beber tan solo 200 ml de infusión de menta. Los resultados se publicaron en la revista Nutritional Neuroscience.
Veinte minutos después de beber la bebida, los participantes completaron una serie de pruebas cognitivas. Quienes bebieron el té de menta mostraron mejoras en las cuatro tareas, especialmente en los ejercicios de memoria de palabras e imágenes. También mostraron un aumento del flujo sanguíneo a la corteza prefrontal, el área del cerebro responsable de la función ejecutiva.
Sin embargo, los científicos enfatizaron que la mejora del rendimiento cognitivo se produjo independientemente de los cambios en la circulación sanguínea, lo que sugiere que la menta tiene un efecto que va más allá del simple aumento del suministro de oxígeno al cerebro. Es probable que este efecto se deba al mentol, su componente activo, que afecta la neuroquímica cerebral, incluyendo la potenciación de la acción de la acetilcolina, un neurotransmisor importante para la memoria.
Anteriormente, el experto dijo que durante un almuerzo compartido en un restaurante, es mejor utilizar el “efecto espejo”.

