Presupuesto 2025: Ottawa recortará el gasto en ayuda exterior a niveles prepandémicos.

El gobierno de Carney afirma que recortará el gasto en ayuda exterior a un nivel acorde con las asignaciones de ayuda de Canadá previas a la pandemia, sin especificar el tamaño del presupuesto de ayuda de este año.
El presupuesto del martes prevé recortes por valor de 2.700 millones de dólares en cuatro años, lo que afectará a proyectos como los de salud global. Ottawa también retirará parte del apoyo a un centro de investigación de ayuda humanitaria de renombre mundial.
“Se reducirá la financiación para el desarrollo de programas de salud mundial, donde la contribución de Canadá ha crecido desproporcionadamente en relación con otras economías similares”, señala el documento presupuestario.
No está claro a quiénes afectarán los recortes en la ayuda. El presupuesto habla de “aprovechar herramientas innovadoras, centrando el apoyo en los países que más lo necesitan” y de reestructurar los acuerdos existentes con países específicos.
El presupuesto también indica que Canadá recortará la financiación “a algunas instituciones financieras internacionales” al tiempo que busca formas de “aprovechar aún más las contribuciones de Canadá”.
Canadá destinó 6.000 millones de dólares a ayuda en el último ejercicio fiscal del que se tienen datos, que finalizó en marzo de 2024, además de 2.600 millones de dólares a asistencia financiera internacional, como préstamos para Ucrania. El gasto total en todas las partidas de ayuda —incluido el apoyo a los refugiados en Canadá y las subvenciones para el desarrollo— ascendió a 12.300 millones de dólares en el último ejercicio fiscal del que se tienen datos.
Carney promete 47 millones de dólares en ayuda y anuncia nuevo apoyo para Ucrania y Haití.Ottawa incrementó su gasto en desarrollo y ayuda humanitaria durante la pandemia, en parte para recuperar el progreso estancado en la lucha contra enfermedades graves como el SIDA y la tuberculosis, mientras los gobiernos centraban su atención en la COVID-19.

Los países en desarrollo aún lidian con una crisis de deuda provocada por las altas tasas de interés, que se dispararon cuando los gobiernos de los países más ricos gastaron grandes sumas durante la pandemia. Además, se enfrentan a un aumento en la frecuencia e intensidad de los desastres naturales debido al cambio climático.
Bajo el lema de “financiación del comercio”, el gobierno está redirigiendo 138 millones de dólares de la financiación actual para Asuntos Globales de Canadá —principalmente de una asignación que Ottawa utiliza para hacer anuncios de financiación en cumbres mundiales— para reconstruir la infraestructura crítica de Ucrania.
El gobierno afirma que la reconstrucción de Ucrania podría impulsar la industria canadiense “en prácticamente todos los sectores, desde la ingeniería y la energía hasta la agroalimentación, la atención médica y la tecnología”.
El Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo sufrirá recortes cada vez más profundos, comenzando con 11,4 millones de dólares en el año fiscal que comienza en abril, y aumentando hasta alcanzar los 23,5 millones de dólares anuales al cabo de cinco años.
El Parlamento ha asignado 159,4 millones de dólares al IDRC para el presente ejercicio fiscal.
Canadá lanza ayuda humanitaria desde el aire en Gaza.
