La importancia económica de la salud mental de los estudiantes

En el contexto del cambio demográfico, resulta cada vez más importante para el desarrollo económico y social de Alemania que los niños y jóvenes alemanes reciban la mejor educación posible para poder insertarse con éxito en el mercado laboral en el futuro.
En el contexto del cambio demográfico, resulta cada vez más importante para el desarrollo económico y social de Alemania que los niños y jóvenes alemanes reciban la mejor educación posible para poder insertarse con éxito en el mercado laboral en el futuro.
El estrés psicológico durante el año escolar representa un factor de riesgo que hasta la fecha ha recibido poca atención. Durante la pandemia de COVID-19, el estrés psicológico aumentó significativamente y, en diversas áreas, aún no ha regresado a sus niveles previos. En particular, la ansiedad derivada de las numerosas crisis sociales y políticas supone una carga para niños y adolescentes. Los factores de riesgo específicos para un mayor deterioro psicológico se encuentran principalmente en el entorno social inmediato de los estudiantes. Estos incluyen, en particular, los conflictos familiares y el acoso escolar. El uso excesivo de los medios digitales también se ha revelado como una fuente potencial de peligro, cuyo impacto total aún no se comprende del todo.
Cuando los niños y adolescentes experimentan problemas de salud mental, esto puede suponer una carga para los presupuestos públicos de diversas maneras. Entre ellas se incluyen, por ejemplo, los costes de la atención médica para los afectados, así como la reducción de las cotizaciones fiscales y a la seguridad social si posteriormente tienen menos posibilidades de éxito en el mercado laboral. Por lo tanto, muchas medidas destinadas a mejorar la salud mental de los niños y adolescentes representan una valiosa inversión a largo plazo para los presupuestos públicos. Si bien las conexiones aún no se comprenden del todo, se sabe que los problemas de salud mental son una de las principales causas de abandono escolar y universitario. Además, alrededor de dos tercios de las pensiones por discapacidad que reciben los menores de 30 años se deben a problemas de salud mental.
Para mejorar de forma sostenible la salud mental del alumnado en Alemania, es necesario reforzar la atención médica y el apoyo a la infancia y la adolescencia. Esto requiere no solo fortalecer las capacidades sanitarias, sino también sensibilizar a padres, profesorado y demás personas que interactúan con el alumnado sobre los signos de enfermedad mental. Además, se debe mejorar el marco para un desarrollo psicológico saludable dentro del entorno social del alumnado. Esto incluye, por ejemplo, apoyo específico a familias con altos niveles de conflicto y la creación de espacios seguros fuera del hogar para los niños, niñas y adolescentes afectados. Sensibilizar a las familias sobre cómo guiar eficazmente a sus hijos e hijas en el mundo digital también se incluye en esta categoría. Por lo tanto, las políticas familiares y educativas, y no solo las sanitarias, deben abordar cada vez más la salud mental de la infancia y la adolescencia. Estos esfuerzos e inversiones específicas deben integrarse en una estrategia nacional para la promoción de la salud mental de la infancia y la adolescencia. Esta estrategia debe establecer un sistema de vigilancia de la salud mental de este grupo poblacional, que sirva de base para inversiones basadas en la evidencia en programas para fortalecer la salud mental. Es necesario integrar más estrechamente los ámbitos de la educación y la salud (Christiansen et al., 2025).

Christina Anger / Julia Betz / Wido Geis-Thöne Instituto Económico Alemán (IW)
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