‘Esto es Teatro’: La exposición que revive la contracultura del Di Tella al Parakultural

Obras que se hacían en galpones entre autos abandonados, sótanos donde sonaban Los Redondos y había actuaciones en vivo mientras que una malla metálica colgada del techo funcionaba como un improvisado sostén para que no cayeran escombros sobre la gente, salones donde se improvisaban performances desaforadas, surgía el happening, aparecían instalaciones que mezclaban danza y video, actuaciones con el público en el centro de la escena, con imágenes violentas, cuerpos desnudos y cierta sensación de caos y descontrol. En todos los casos, la pregunta que se repetía para los espectadores curiosos y desconcertados era: “¿Esto es teatro?”.
Y con esta idea, así como un homenaje a una canción de Nacha Guevara, se presentó la última exposición del Museo Moderno: Esto es Teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural, un recorrido histórico y sensorial por los momentos más disruptivos de la escena teatral argentina, desde las vanguardias de los años 60 hasta el fervor contracultural de los 90.
“Nosotros respondemos que sí, que es teatro”, dice Alejandro Tantanian, curador de la muestra junto a Andrés Gallina y Florencia Qualina y de esta manera marca una posición respecto a pensar la escena teatral más allá de su idea representacional y realista.
Durante las once estaciones de esta exposición, aparecen hitos de una teatralidad expandida, performativa y transdisciplinar. Obras que no se hacían en el edificio teatral, actores que no necesitaban un tono realista en sus interpretaciones, espectáculos en los que el público era el núcleo de la acción.
Esto es Teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural, en el Museo Moderno. Foto: Ariel Grinberg.
Todo esto aparece en imágenes, videos, objetos, vestuario, audios, dibujos, cuadernos y espacios inmersivos que documentan y funcionan como archivo de la profunda relación entre las vanguardias artísticas de las artes visuales y la experimentación y transformación estética que se dio en el teatro argentino durante la segunda mitad del siglo XX.
“Nos interesa resaltar la transdisciplinaridad del arte contemporáneo. En la Argentina es difícil distinguir a los artistas en una sola disciplina. Acá los artistas no se constituyen por especulación, sino por necesidad. En esta muestra, el museo abraza el carácter efímero del teatro”, dijo la directora del Museo Moderno, Victoria Noorthoorn en la presentación.
Esto es Teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural, en el Museo Moderno. Foto: Ariel Grinberg.
A diferencia de una muestra más clásica de artes visuales, recorrer esta exposición demanda un tiempo más asociado al del teatro: hay audios para escuchar, videos para ver, textos para leer. El espectador tiene que tomarse el tiempo para conectar y transitar este recorrido histórico.
“Cuando el teatro ingresa al museo sucede un trabajo fundamental de archivo y memoria. Todo pasa muy rápido, es difícil reconstruir la memoria del teatro y acá hay hitos fundamentales que nos tenemos que ocupar de que no se olviden”, dice Tantanian.
Y agrega: “Es realmente una felicidad hacer esta muestra en un momento tan crítico para la cultura y para el teatro en particular. Actualmente, el Instituto Nacional del Teatro (INT) está siendo desmantelado. La crisis es enorme y hacer esta muestra, en un espacio público, es realmente importante”.
La exposición comienza con la estación “Roberto Villanueva”, en referencia al visionario director del Centro de Experimentación Audiovisual (CEA) del Instituto Di Tella. Su proyecto tenía como base la disolución de los límites entre las disciplinas artísticas.
Esto es Teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural, en el Museo Moderno. Foto: Ariel Grinberg.
En la escena, se puede ver la reconstrucción de la escalera de “El Timón de Atenas” de William Shakespeare, registros fotográficos de obras y la voz de Villanueva, que en un audio sensible y conmovedor trata de recuperar evocaciones fragmentarias sobre el corazón del Di Tella.
La segunda estación es un homenaje a Griselda Gambaro. “Este es el momento de la gran polémica, una divisoria de aguas entre realistas y absurdistas”, explica el escritor y doctor en Historia y Teoría de las Artes, Andrés Gallina.
Esto es Teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural, en el Museo Moderno. Foto: Ariel Grinberg.
La crisis en cuestión la desata Gambaro cuando estrena en el Di Tella la obra El desatino, en 1965, una obra que comienza con un personaje que despierta una mañana con un artefacto negro de hierro, de unos 40 cm. de largo en el pie. “Es una imagen kafkiana, con la cual Gambaro entra al cánon dramatúrgico y plantea una nueva vía estética, distinta al costumbrismo”, agrega Gallina.
Para la exposición, se generó una escultura que recrea este artefacto de hierro e incluye videos y audios de las voces de tres compañeras teatrales fundamentales de Griselda Gambaro: Cristina Banegas, Laura Yusem y Graciela Galán, quienes con sus testimonios reconstruyen la importancia del enorme legado de la primera autora teatral que ganó un espacio de legitimidad en un ambiente totalmente masculino.
Esto es Teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural, en el Museo Moderno. Foto: Ariel Grinberg.
Las experiencias del Centro de Experimentación Audiovisual del Instituto Di Tella tienen una estación propia, que incluye la presentación, hasta hoy inédita, de Oh sólida carne, una adaptación desacralizada de Hamlet, protagonizada por Federico Klemm.
Además, se presentan los afiches de algunas de las obras más emblemáticas que se estrenaron en este espacio. Nacha Guevara, referente clave del Di Tella, tiene su propia estación con una iconografía cautivante de su imagen en aquella época y con los audios disponibles de tres discos que se editaron.
“Todos los artistas que aparecen en esta muestra se tuvieron que exiliar durante la dictadura”, cuenta Gallina, mientras se llega a la siguiente estación: Ángel Elizondo y Gianni Mestichelli, en la cual se exhibe una serie de fotografías que Mestichelli realizó a parte de la compañía de mimo de Ángel Elizondo, en donde la libertad corporal fue rectora.
Esto es Teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural, en el Museo Moderno. Foto: Ariel Grinberg.
“Son imágenes que fueron censuradas en democracia y que en los cuerpos todavía aparecen las marcas del terror del período más oscuro de la historia argentina”, explica Qualina.
Otro gran hito de la muestra es la recuperación de la obra individual y transnacional de Víctor García, uno de nuestros artistas escénicos que empujado por aquella dictadura, se vio forzado a salir de Argentina. Desde Brasil, España, Francia e Inglaterra produjo una revolución inconmensurable en el teatro.
Esto es Teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural, en el Museo Moderno. Foto: Ariel Grinberg.
La escala de la obra de García, construida a partir de dispositivos escenográficos monumentales e inolvidables, constituye un verdadero parteaguas para la historia del teatro argentino y universal, a la vez que un punto inédito de intersección entre las artes escénicas y las artes visuales.
Este artista tucumano fue reconocido en Europa por grandes referentes como Anthony Hopkins, Lawrence Oliver y Nuria Espert. “La gran revolución del teatro moderno no la hizo Artaud, a pesar de sus méritos, sino el tucumano Víctor Garcia”, dijo Fernando Arrabal, dramaturgo español.
Las imágenes de sus puestas a gran escala, con actores colgando y el público en altura, en una sala con forma de cilindro, parecen impensadas incluso para verlas representadas hoy.
Esto es Teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural, en el Museo Moderno. Foto: Ariel Grinberg.
La artista visual Renata Schussheim participó del recorrido con los medios de la exposición y presentó su propia estación, donde se exhiben 12 dibujos inspirados por su amigo, el artista Jean-François Casanovas. “Varias veces quisieron clausurar esta muestra, pero por suerte yo guardé los dibujos”, contó, emocionada, esta artista icónica.
La Organización Negra y los artistas referentes del Parakultural, Alejandro Urdapilleta y Batato Barea tienen sus propias estaciones. La del Parakultural, en particular, es inmersiva y emocionante.
Pero en todos los casos la idea rectora es la contrahegemonía: del discurso, de la mirada heterosexual, de los límites entre arte y vida y de los ciurcuoitos de producción tradicionales. Aparecen cuadernos de la infancia, notas de artistas, que van desde imágenes creativas hasta la lista del supermercado y cierta sensación de fiesta desatada, después de tanta represión.
Desde hoy, el Museo Moderno es la casa y la custodia de una época, de un arte y de una forma de concebir la vida que se nos escapa de las manos, que no la podemos retener, pero hay quienes decidieron ir a buscarla y, ahora, la exhiben como fascinantes obras de arte que nos abren a otras formas de percepción.
Esto es Teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural, en el Museo Moderno (Av. San Juan 350) desde el jueves 29 de mayo a las 18.30 y hasta febrero de 2026.
Clarin