Nueva Caledonia: Cómo se desmoronó el Acuerdo de Bougival apenas después de su firma

El 13 de agosto, la coalición independentista de Nueva Caledonia formalizó su rechazo al Acuerdo de Bougival, firmado un mes antes y presentado como histórico para el futuro del archipiélago. Se espera que el ministro de Asuntos Exteriores, Manuel Valls, llegue a Numea el 18 de agosto. «Le espera una ardua tarea», comenta este especialista australiano en «The Interpreter», publicación afiliada al Instituto Lowy.
Concebido para poner fin a varios meses de inestabilidad en Nueva Caledonia, el Acuerdo de Bougival se está desmoronando apenas después de su firma. El mes pasado, en París, los líderes independentistas y leales de Nueva Caledonia firmaron este texto con el jefe de Estado, que prevé la creación de un nuevo tipo de entidad estatal, potencialmente dotada de poderes soberanos, permaneciendo al mismo tiempo en el seno del continente.
Se sabía que los líderes independentistas que lo firmaron tendrían dificultades para obtener la aprobación de la población. De hecho, el Frente de Liberación Nacional Kanak y Socialista (FLNKS) acaba de rechazar formalmente el acuerdo que acababa de firmar en París. Se han planteado diversas hipótesis sobre las razones de este rechazo: Francia ocultó sus intenciones durante las negociaciones, el acuerdo en cuestión era solo un borrador y el texto no tuvo en cuenta las propuestas de los líderes independentistas ni los resultados del censo más reciente, que desempeña un papel clave en la composición de las listas electorales.
Se sabía que el acuerdo inevitablemente enfrentaría diversas dificultades. Que requeriría una enmienda constitucional con el visto bueno de ambas cámaras del Parlamento, un referéndum en Nueva Caledonia, una ampliación del electorado y la ela
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