Lula da Silva negocia con TikTok un megacentro de datos

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió con el CEO de TikTok, Shou Zi Chew, para discutir una inversión en un centro de datos en Brasil, una reunión marcada por controversias políticas y ambientales y tensiones sobre la regulación digital.
La reunión, realizada en la misión permanente de Brasil ante las Naciones Unidas, fue el primer compromiso oficial de Lula en Nueva York, donde participa en la semana de alto nivel de la Asamblea General de la ONU.
Según las autoridades brasileñas, la inversión propuesta por ByteDance podría alcanzar los 55.000 millones de reales (aproximadamente 8.720 millones de euros), lo que lo convertiría en uno de los mayores proyectos de infraestructura tecnológica jamás anunciados en el país.
Desde abril, la empresa china está en negociaciones para instalar un "centro de datos a gran escala" en el estado de Ceará, atraída por la abundancia de energías renovables, especialmente la eólica, y la proximidad de cables submarinos de internet que conectan Sudamérica con destinos de América del Norte, Europa y África.
El centro se construiría en la zona industrial y portuaria de Pecém, ubicada en el municipio de Caucaia, que se beneficia del estatus de Zona Procesadora de Exportación (ZPE), ofreciendo incentivos fiscales y licencias agilizadas a las empresas con operaciones dirigidas al exterior.
El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, que ha seguido el proceso, dijo la semana pasada que estaba "muy confiado" en que Ceará "recibirá buenas noticias", calificando las negociaciones como "muy avanzadas".
Sin embargo, el proyecto ha generado una fuerte oposición. La población indígena Anacé afirma que las tierras propuestas coinciden con áreas tradicionalmente ocupadas por su pueblo y que se ha violado el derecho a la consulta previa, libre e informada, garantizado por los convenios internacionales ratificados por Brasil.
Las organizaciones comunitarias locales también advierten del impacto en una región semiárida que enfrenta una escasez crónica de agua, donde una parte significativa de la población depende de cisternas. Los grupos ambientalistas también cuestionan los datos presentados por el promotor del proyecto, quien estima un consumo diario de agua de 30.000 litros , un volumen considerado poco realista para un centro de datos de este tamaño, incluso con un sistema de refrigeración cerrado.
Aunque el gobierno estatal sostiene que las licencias cumplen con la legislación ambiental y que el territorio no está reconocido oficialmente como tierra indígena, la comunidad de Anacé recurrió al Ministerio Público Federal y promete nuevas acciones para detener la construcción.
La reunión entre Lula y el director de TikTok tuvo lugar días después de que el líder brasileño aprobara una nueva legislación que regula la economía digital. Entre las medidas aprobadas se encuentra el llamado "ACE digital", inspirado en el Estatuto del Niño y del Adolescente, que establece mecanismos de verificación de edad, restricciones a la publicidad dirigida a menores, normas de transparencia y controles parentales.
También se aprobó una política nacional de centros de datos, que exime de impuestos federales a los proyectos sustentables y reserva parte de la capacidad de cómputo para el mercado interno, con el objetivo de ofrecer mayor seguridad jurídica a los inversionistas extranjeros.
La conversación del lunes también se desarrolló bajo la sombra de un episodio diplomático previo. En mayo, durante una cena de Estado en Pekín ofrecida por Xi Jinping, la primera dama brasileña, Rosângela Lula da Silva, rompió el protocolo al criticar a TikTok por promover contenido perjudicial para menores y amplificar la retórica de extrema derecha en Brasil. La intervención provocó una respuesta oficial de la empresa matriz de la aplicación, ByteDance, y llevó a Xi a prometer un diálogo más estrecho con Brasilia sobre la regulación de la plataforma.
Posteriormente, una delegación brasileña viajó a China para intentar dialogar con la empresa, pero sin éxito. Rosângela Lula da Silva, quien asistió a la reunión del lunes en Nueva York, ha seguido advirtiendo sobre el impacto social de la aplicación, aunque fuentes oficiales no han confirmado si se abordó el tema de la regulación durante la reunión.
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