Baleares exige al Gobierno que reconozca y controle la ruta migratoria de Argelia

La llegada masiva de pateras a Baleares durante esta semana ha avivado el choque entre la presidenta Marga Prohens y el Gobierno de Pedro Sánchez a raíz de la política migratoria del Ejecutivo central. Un choque muy intenso desde que se anunció el reparto de menores no acompañados que están en Canarias. En solo tres días, Baleares ha contabilizado la llegada de 639 migrantes a bordo de 38 embarcaciones, y la cifra de llegadas se acerca a las 4.500 en lo que va de año. Es un incremento del 170% respecto a las cifras del 2024 y de más de un 500% respecto al 2023, según datos oficiales de la Delegación del Gobierno en Baleares.
En medio del choque por la cuestión migratoria entre el PP y el PSOE, la presidenta balear, Marga Prohens, reiteró ayer que con esta presión migratoria hacia las islas el archipiélago no está en condiciones de acoger a menores procedentes de Canarias. La previsión es que lleguen 49 a finales de este mes, pero la presidenta insiste en que no tiene capacidad ni medios para hacerse cargo de ellos. Prohens aseguró que hará todo lo que esté en su mano para evitarlo, a pesar de que el propio Sánchez ya le advirtió en una reciente visita a las islas que no cumplir la ley tiene consecuencias. ¿Cuáles? Eso es algo que no detalló el jefe del Ejecutivo.
El Consell Insular de Formentera pide a Prohens que se haga cargo de la custodia de menores en su islaSí reconoció el presidente en Palma, tras su audiencia de verano con el Rey en el palacio de Marivent, que la presión ha aumentado en Baleares, algo que para Prohens no es suficiente: “El Gobierno de España no puede seguir mirando hacia otro lado; tiene las competencias, mediosy responsabilidad de detenerla ruta de inmigración irregular hacia nuestras islas. No puede dejar abandonadas, una vez más, a Baleares”.
Baleares es una de las comunidades autónomas del PP que ha decidido llevar al Tribunal Constitución el reparto de los menores desde Canarias, ya que entiende que se invaden sus competencias en esta materia, pero esta decisión se le puede volver en contra, como ya le ha advertido el delegado del Gobierno en las islas. Alfonso Rodríguez avisó a Prohens de que el aumento de las llegadas de migrantes puede acabar haciendo que Baleares entre en el cupo de comunidades desde las que saldrán menores hacia otros territorios y no al revés. Rodríguez remarcó a la presidenta balear la aparente paradoja que supone atacar judicialmente una ley que puede terminar siendo beneficiosa para las islas.
El Gobierno central se resiste a reconocer que hay una ruta migratoria desde Argelia. Rodríguez reconoció ayer que el trayecto entre Argelia y el sur de Baleares es el que está soportando una mayor presión en todaesta zona mediterránea que va desde la costa de Marruecos hasta Argelia.
Instalaciones provisionales en los puertosEl delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez, ha anunciado que el Ejecutivo tiene previsto construir unas instalaciones modulares en los puertos de Palma, Eivissa y Formentera para atender, en condiciones dignas, a los migrantes que llegan pero que apenas se quedan en las islas entre 24 y 48 horas antes de tomar los ferris a la Península. A la espera de que estas instalaciones estén operativas, probablemente antes de que acabe el año, la Autoritat Portuària ha habilitado una de las estaciones marítimas de Palma para que los migrantes puedan descansar. En Eivissa también se ha instalado un módulo temporal en el puerto. Con unas temperaturas que superan los 35 grados, antes de que se habilitara este espacio los migrantes se llegaban a concentrar en el interior de un centro comercial cercano y pasaban la noche al raso en el puerto.
El delegado del Gobierno afirmó que la oleada de estos días supone uno de las puntas más importantes que ha habido hasta ahora y subrayó que supone un desafío para las instituciones, ya que la previsión es que sigan llegando de Argelia mientras descienden las migraciones desde Mauritania a Canarias. La mayor parte de quienes llegan a las islas en patera no se queda en el archipiélago, sino que toma un barco en dirección a Barcelona o Valencia, en función de si llegan a Mallorca o a Eivissa y Formentera.
El problema para las islas no radica tanto en los migrantes en su conjunto, sino en los menores que llegan solos, puesto que estos quedan bajo la tutela de la comunidad autónoma. En el caso de Baleares, se da la circunstancia añadida de que esta competencia está cedida a los consejos insulares. El de Formentera tiene acogidos a unos 150 niños si se cuentan las últimas llegadas, y su situación es tan desesperada que ha pedido devolver esta competencia al Gobierno balear porque asegura que no puede asumir los nueve millones de euros que le cuesta hacer frente a este problema cuando su presupuesto total para el 2025 es de 45 millones. El Consell de Mallorca tiene bajo su tutela a 430 menores, lo que supone que las instalaciones de acogida están desbordadas y a un 1.100% de su capacidad, según asegura la institución, lo que significa que toda Mallorca, con más de 900.00 habitantes, tiene 39 plazas para menores.
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