Lula y Putin conversan sobre Ucrania mientras Trump prepara cumbre en Alaska

En un contexto mundial marcado por la guerra en Ucrania y las tensiones internacionales, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvo una llamada telefónica de aproximadamente 40 minutos con el presidente ruso Vladimir Putin. Según el Palacio de Planalto, este diálogo abordó principalmente la situación en Ucrania, la cooperación en el grupo BRICS y los desafíos políticos y económicos que enfrentan en la actualidad.
Lula, quien ha mantenido una postura de neutralidad respecto a la invasión rusa, reafirmó el compromiso de Brasil con el diálogo y la búsqueda de una solución pacífica al conflicto, una posición que se distingue por evitar condenas directas o confrontaciones diplomáticas fuertes contra Moscú.
La llamada entre Lula y Putin se da justo antes de la esperada cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y Vladimir Putin, programada para el 15 de agosto en Alaska. Trump, quien ha prometido poner fin a la guerra en Ucrania en un corto plazo, busca avanzar en negociaciones que podrían incluir intercambios territoriales para lograr un acuerdo, aunque los detalles aún son poco claros.
Mientras tanto, Lula insiste en que cualquier solución debe involucrar a Ucrania y respetar su soberanía, aunque no ha mantenido comunicación directa con el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, lo que genera críticas en la comunidad internacional y Kiev.
Durante la conversación, Lula y Putin también analizaron la cooperación en el grupo BRICS, que integra a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, con la intención de fortalecer alianzas frente a los cambios del escenario económico mundial.
Recientemente, Trump impuso aranceles significativos a Brasil e India como parte de su estrategia comercial, lo que tensiona aún más las relaciones y afecta las exportaciones, especialmente de productos como el café brasileño, que ahora enfrenta un gravamen del 50%. Lula ha declarado que defenderá la soberanía de Brasil frente a estas medidas, que afectan sectores clave de su economía.
Desde que asumió su tercer mandato, Lula ha optado por una política de equilibrio, rechazando condenar la invasión rusa y evitando acercamientos directos con Zelensky. Esta posición busca mantener abiertas las vías de diálogo, sin posicionarse abiertamente en el conflicto, un enfoque que genera controversia pero que también refleja la complejidad de las relaciones internacionales actuales.
La cumbre Trump-Putin en Alaska será un momento crucial para evaluar si las potencias globales logran acercar posiciones y avanzar hacia una paz duradera. Mientras tanto, Brasil reafirma su apoyo a la diplomacia y la negociación, destacando la importancia de un acuerdo que incluya a todas las partes involucradas.
La Verdad Yucatán