El ejercicio físico regular ayuda a mantener los niveles de vitamina D en el organismo

El ejercicio regular puede ser tan eficaz como la exposición al sol para mantener los niveles de vitamina D, incluso en invierno, cuando la producción natural de este nutriente por parte de la piel prácticamente se interrumpe. Así lo concluye un estudio realizado por investigadores del Reino Unido y publicado en la revista científica Advanced Science .
El estudio evaluó a 51 adultos con sobrepeso u obesidad, todos sedentarios pero por lo demás sanos. Durante diez semanas de invierno, la mitad de los voluntarios mantuvo su estilo de vida habitual sin cambios, mientras que el otro grupo participó en un programa de ejercicio en interiores. La rutina incluía cuatro sesiones semanales de actividad cardiovascular: dos caminatas en cinta, un paseo en bicicleta largo y constante y una sesión de intervalos de alta intensidad en bicicleta.
Durante el estudio, se recomendó a los participantes no tomar suplementos de vitamina D para garantizar que los resultados no se vieran afectados por la producción natural de vitamina D en la piel. Al final del estudio, se reveló que los niveles de la forma activa de vitamina D disminuyeron aproximadamente un 15 % entre las personas sedentarias, pero se mantuvieron estables entre quienes hacían ejercicio, lo que indica la importancia de la actividad física.
Importancia de la vitamina D
Según la endocrinóloga Leandra Negretto, del Hospital Einstein Israelita de Goiânia, a pesar de su nombre, la vitamina D se considera una prohormona. Una vez activada, actúa como mensajero en diversos tejidos. "En el intestino, estimula la absorción del calcio y el fósforo presentes en la dieta. En los huesos y cartílagos, participa en su metabolismo. Su deficiencia puede provocar enfermedades como el raquitismo en niños y la osteomalacia en adultos", explicó.
El médico enfatiza que la sustancia también se asocia con la fuerza muscular, la inmunidad y un metabolismo energético adecuado. "Estudios recientes también demuestran que su deficiencia aumenta la susceptibilidad a infecciones respiratorias, además de incrementar el riesgo de caídas y fracturas", añadió el endocrinólogo.
La suplementación con vitamina D generalmente se administra en su forma aún inactiva (colecalciferol), y requiere el paso por el hígado y luego por los riñones para transformarse en su forma activa, que de hecho realiza sus funciones hormonales típicas.
La vitamina D que producimos en la piel mediante la exposición solar actúa como un suplemento, requiriendo una activación posterior en el hígado y los riñones. "Por otro lado, la vitamina D que se conserva mediante el ejercicio físico ya se encuentra en su forma activa, lo que significa que no necesita pasar por otros órganos para experimentar reacciones químicas adicionales y, por lo tanto, realizar sus funciones", explicó el doctor.
Según la experta, la originalidad del estudio reside precisamente en demostrar que el ejercicio físico puede preservar la vitamina D en su forma activa. «Hasta ahora, la única alternativa terapéutica para corregir la deficiencia era la suplementación oral, que aporta la vitamina en forma inactiva y depende del metabolismo hepático y renal para funcionar», explica. «El ejercicio, en cambio, actúa de forma más directa, manteniendo la forma activa de la vitamina circulando en el organismo», comentó.
Otros beneficios
Además del impacto directo en la cantidad de vitamina D en la sangre, los participantes que hicieron ejercicio también experimentaron otros beneficios: mejoraron su capacidad cardiorrespiratoria, aumentaron su capacidad para quemar grasa, redujeron el tiempo dedicado a comportamientos sedentarios y comenzaron a quemar, en promedio, 305 calorías adicionales por día en comparación con el período anterior al entrenamiento.
Para Negretto, este hallazgo refuerza la idea de que el ejercicio debe considerarse una intervención terapéutica. «Evitar que alguien tome otro medicamento puede tener un impacto positivo en su calidad de vida, prevenir la polifarmacia, reducir su presupuesto, generar mayor autonomía y mejorar su autoestima. El cambio de comportamiento mejora los hábitos y ayuda a superar el sedentarismo, tan perjudicial para la salud física y mental», afirmó el médico.
La endocrinóloga también explicó que los músculos funcionan como verdaderas glándulas, liberando sustancias llamadas mioquinas, capaces de ejercer efectos antiinflamatorios y protectores. "Entre ellas se encuentra la irisina, estudiada durante la pandemia por su papel en la protección contra las formas graves de COVID-19. Otra es la adiponectina, esencial para el metabolismo energético. En otras palabras, el movimiento desencadena una cascada de efectos positivos que van mucho más allá de mantener los niveles de vitamina D", enfatizó.
La suplementación con vitamina D solo tiene sentido cuando se confirma una deficiencia, lo que significa que no es para todos. "La reposición solo debe recomendarse cuando la deficiencia se documenta mediante pruebas. Considerar la actividad física como un verdadero remedio puede contribuir significativamente a resolver diversos problemas de salud, y la insuficiencia, o incluso la deficiencia, de vitamina D es ahora uno de ellos", concluyó el médico.
Fuente: Agencia Einstein
El artículo Realizar ejercicio físico regular ayuda a mantener los niveles de vitamina D en el organismo apareció primero en Agência Einstein .
IstoÉ